LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Sebastián...
-Ya cásate conmigo Egorov-
Me quede en silencio, analizando sus palabras para saber si había+ algo escondido en ellas. Mire a todos lados esperando que Chris apareciera y dijera que era una broma o algo por el estilo. Pero nada paso.
Pase mi mano a través de la mesa y tome la suya. -¿Alguien te esta amenazando?-
Negó.
Fruncí el ceño.
-¿Estas drogada?-
Ella entreabrió la boca -¿qué?-
-¿Que fumaste Kate?-
Movió la cabeza -no estoy drogada, ¿por qué lo dices?-
-Porque me pediste matrimonio- rodé los ojos -de verdad ¿Qué te metiste?-
Levanto su mano -primero no estoy drogada y segundo, si es verdad, te pedí matrimonio. Aceptas o no-
Comencé a reír -esto es chiste ¿verdad?-
-No.-
En ese momento me levante, empujando la silla hacia atrás -¿me jodes?-
-Ya dije que no- bufo.
Mire el reloj, imaginado que ella lo había elegido personalmente y algo en mi interior dijo que si debía aceptar.
-Entonces.. di que si para que podamos almorzar-
-No-
-¿No?-frunció el ceño.
-Si- asentí muy seguro -dije que no acepto tu propuesta. Si nos vamos a casar es porque yo voy a proponértelo, no tu a mi.
-Sebastián-
Me encogí de hombros -y no creas que te vas a llevar de vuelta el reloj, me lo quedare- quizás actuaba como pequeño, pero no podía evitarlo. -Vamos a comer, y luego haremos como si esto no hubiera pasado. -
-¿Es una puta broma?-
-No- me cruce de brazos. -Mi futura esposa, mis reglas- tome el regalo y me lo coloque -es muy lindo, gracias-
En ese preciso momento, Kate comenzó a reír, como nunca antes la había visto. Su rostro estaba totalmente rojo y hasta se le cayeron un par de lagrimas -Dios, mi estomago duele demasiado. Hace años no reía así-
-Ni lo vuelvas a hacer-
-¿Por que?- me contesto entre risas.
Bufe viendo hacia los lados, algunos meseros la miraban embobados, al igual que sujetos sentados en otras mesas. -Kate, si no quieres que mate a alguien, no rías así enfrente de otros. Solo delante de mi.-
Ella llevo una mano a su frente, haciendo un saludo militar -si mi general.-
Almorzamos tranquilamente, en una conversación amena donde volvió a repetir que eso lo hacia para que Dani y yo estuviéramos juntos. Espere a que subiera a su coche con el guardaespaldas y regrese a donde debía estar.
