LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Kate...
Le seguí el juego hasta que entramos al ascensor, donde inmediatamente me separe de él, empujándolo .-Vuelve a tocarme y te mato-
-Wow, no tenia esa parte de ti abogada-
-No me quieras joder Egorov- lo apunte con mi dedo -o vas a perder-
Sebastián sonrió de lado mientras apretaba el botón del primer piso -No suelo perder jamás-
-Para todo hay una primera vez-
-¿Qué escuchaste?- se giró a verme por unos segundos -sea lo que sea, creo que está fuera de contexto.
-Lo necesario escuche- lo mire fijo
Bajamos del elevador yendo a una cafetería que quedaba cerca de su edificio, me negué a que pagara por lo mío y nos colocamos en una mesa, dentro del lugar había poca gente y el ambiente era realmente agradable.
-¿En qué piensas?- escuche su voz.
Volví a verlo, era guapo, no podía negarlo. Su cabello castaño oscuro perfectamente peinado, sus ojos negros, los tatuajes en su cuello. Un jodido dios de la muerte sentado frente a mi. Sebastián Egorov, el Boss, conocido por tener poca paciencia y quitar de su camino a quien le estorbara.
Recordé la primera vez que lo conocí en el instituto, su estatura y presencia me causaron algo de miedo, pero luego me acostumbre. Después de ese verano de terror, salí de mi depresión con ayuda de Will y él se volvió alguien más presente en mi vida cotidiana. Él nunca reía, no se lo veía mucho en reuniones sociales y cada vez que se presentaba, estaba acompañado de una mujer nueva.
Ese hombre, temido por los policías, se encontraba sentado frente a mí, bebiendo un café y comiendo donas.
-En nada- desvié de nuevo la mirada a las personas que pasaban por la acera.
Su mano se posó sobre la mía -No sabes mentir Kate-
-¿Para eso me querías contratar?- fui directa
-Yo no...-
-Mira- lo detuve -el juego que tu estés intentando con Will, déjame fuera-me levanté dejándolo y yendo por mis cosas a su oficina. Camine lo más rápido posible pero volvimos a estar encerrados en ese ascensor.
-Kate-
-De verdad Sebastián, no quiero ser de nuevo el pasatiempo que tú y él tengan para no aburrirse, tienen a Erika ahora-
Lo vi tensarse -estas malinterpretando las cosas-
-Oh querido- el elevador se abrió -créeme, entendí bien. Dile a tu amigo que firme el divorcio y en cuanto a ser tu abogada, no podrá ser. Solo te hice un favor, vine a avisarte que estoy contratada por un estudio jurídico.-
-Dijiste que sí- me siguió por el pasillo que daba a su despacho. -¿Por qué no quieres?-
Me voltee a verlo -Te dije que ya tengo trabajo, un estudio jurídico me contrató.-
