LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Sebastian...
Mi móvil sonó y alcance a contestar antes de que ella se despertara, luego de haber estado todo el día juntos, haciendo pausas para comer y volviendo a devorarla en la cama. Mi hermosa Kate había caído dormida en mis brazos y aun no despertaba. Apreté la pantalla contestando mientras la admiraba, sintiéndome el tipo mas afortunado del planeta.
-Diga-
-Jefe- era uno de mis empleados, a quien había traído con nosotros - lamento molestarlo a esta hora-
-Habla-
-Tenia razón- hizo una pausa -averiguamos lo que nos dijo, sobre la mujer que molesto a la señora en la mañana. Hallamos un arsenal en su habitación, una foto de la señora Kate y de su hijo, además de un anciano muerto en la bañera-
-¿La tienes?-
-Claro, estamos esperándolo en el sótano del hotel ¿Qué hacemos?-
-Voy, no la sueltes. Espera 15 minutos- lo sabia, esa puta había sido enviada por alguien para jodernos la luna de miel a mi y a mi esposa. No me molestaba que vinieran por mi, sino el hecho de que Kate hubiera salido perjudicada.
-Y ¿el anciano?-
-Servicio al cuarto lo encontrara- le reste importancia.- ya bajo. Quiero que dejes a 5 personas aquí, fuera del cuarto. Cuidando la puerta y a mi mujer-
-Si señor-
Corte y le di un beso en la frente a la mujer que dormía plácidamente en mis brazos, -volveré en un rato amor, tengo que encargarme de unas moscas que te rondan- se removió pero no despertó -duerme un poco mas, volveré antes del amanecer- saque mi brazo con cuidado y acomode su cabeza en la almohada.
Kate sonrió en un sueño y se acurruco con la tela que cubría su cuerpo. Mientras me vestía, solo me dedique a admirarla, un segundo mas, solo uno mas. Por ultimo, cogí el arma que tenia en la mesita de noche y salí del cuarto, no sin antes, volverme a darle un beso, para el viaje.
Desde la puerta la vi otra vez, haciendo un puchero, como un pequeño que no quiere ir al dentista y solo quiere quedarse a jugar. Al salir, me gusto que ya estuvieran los guardaespaldas esperando.
Mire a Jay, quien había llegado hacia una hora y él se acerco -Señor-
-Gracias por venir tan rapido-
-Lo hago por mi señora-
-Tuya no, mía-
Él asintió -lo que usted diga, señor-
Solté una risilla -bueno, me iré cerca de una o dos horas, cuida de ella. Si alguien viene, ya sabes- lleve una mano a mi cuello y la moví en dirección horizontal.
-Claro, señor- asintió y se coloco en la puerta, mientras me iba hacia el ascensor. Al subir al elevador, metí una llave y apreté el botón del 3 subsuelo, donde se suponía que estaban mis hombres y esa mujer. Las puertas se cerraron y comencé a cantar mientras sacaba mi móvil y apretaba la cámara donde estaba la imagen de Kate.
