LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Sebastian...
La llamada a las 4 de la mañana hizo que me despertara, mire a mi lado antes de contestar, notando que Kate no la había escuchado por lo que agradecí. Atendí mientras salía de la cama y me dirigía al pasillo para hablar cómodamente.
-Habla- se trataba de Sasha.
-¿Como esta mi bella abogada?-
-Eso no te importa, ¿Qué sucede?- bufe.
Soltó una risilla. -Uf, que egoísta. Te tengo un regalito, mira tu móvil- el mismo vibro y me lo quite de la oreja para ver de que se trataba. Al entrar a su chat, encontré cuatro fotos del hijo de puta al cual había estado buscando las ultimas semanas.
Agrande la imagen y solté una risa, sintiéndome totalmente extasiado por lo que iba a hacerle a esa maldita mierda. Coloque el móvil de nuevo en mi oído y pregunté. -¿Donde?-
-Esta en la bodega de la calle 182, en el almacén abandonado-
-Bien-
-Tu regalito espera Egorov, espero serte de ayuda-
-Serás bien recompensada- colgué.
Regrese al cuarto y me acerque a darle un beso a Kate en la mejilla, ella últimamente dormía mas y le costaba mas despertarse. Esperaba que solo me tomara un par de horas y que pudiera volver antes de que ella se diera cuenta que no estaba en casa. -Cariño, volveré. Sigue descansando- volví a besar su mejilla y me coloque algo cómodo.
Baje las escaleras, tome la llave de uno de los coches y cuando iba saliendo, me encontré a Jay en la puerta quien estaba de guardia.
-Señor- inclino la cabeza.
-Saldré, cuida a mi familia-
Asintió. -La señora...-
-No lo sabe, y pretendo volver antes de que lo sepa. Cuídalos Jay- toque su hombro. -no olvides la promesa que te hice cuando secuestraron a Kate y a Dani. Y yo- lo mire por ultima vez -cumplo siempre lo que digo.- agacho la cabeza.
Aun estaba enojado con él, había sido su culpa que se llevaran a mi esposa y todavía no confiaba del todo en sus palabras, pero Kate se sentía cómoda con él y no podía quitárselo.
-Si señor-
Conduje por unos minutos y llegue al lugar que me había dicho Sasha. Mi sorpresa era ni mas ni menos que el hermano de Jenna quien parecia haber sido golpeado. Me pare delante de él y lo tome del cabello.
-¿Crees que soy chistoso hijo de puta?- grito ante mi agarre -te dije que si te les acercabas de nuevo, iba a matarte-
-PUDRETE, ES MI SOBRINO-
-Te deje en paz con el tema de James y Jenna, pero no puedo dejar que toques lo unico que me queda-
