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-¿Dagur?- murmuró él castaño al voltear hacia donde vino la voz y sonrió, esto dejó confundida a la rubia, quien creía que sus únicos amigos eran Patán y Patapez- Vaya, ha paso un par de años.- comentó mientras se ponía de pie y el pelirrojo se acercaba más a ellos.

-Sí que ha pasado tiempo, que bueno verte.- contestó y corresponfió ligeramente la sonrisa, no lo veía hace 2 años, más o menos.

-Yo creí que estabas con el grupo de Kroggan. ¿Qué sucedió?- preguntó Hiccup alzando una ceja, mientras estrechaba su mano con el fornido.

-Mandaron a otro, y por mi buen trabajo me devolvieron a trabajar por aquí.- respondió él con una sonrisa orgullosa.

-¡Qué bien!- exclamó- Los chicos y yo necesitamos mucha ayuda.- murmuró por lo bajo, al mismo tiempo que desviaba su mirada y se rascaba los cabellos de su nuca.

-Déjame adivinar... ¿A Patán aún lo terminan acorralando?- preguntó Dagur con sospecha en su rostro.

-Si. Ayer me tocó dejar al policía inconsciente para escapar.- contó tratando de no entrar en detalles.

-Wow, creí que no serías capaz.- el de ojos azules, tras sus palabras, recién se dió cuenta de que la ojiazul estaba oyendo lo que decían- ¿Quién es ella?- preguntó mirándola.

-¡Oh! Cierto…- el Haddock rió nervioso al haberse olvidado de la chica- Dagur, ella es Astrid; Astrid, él es Dagur. Él y yo somos amigos desde que llegue aquí- informó, mientras veía a la rubia levantarse del colchón para estrechar su mano con el mencionado.

-Gusto en conocerte.- dijo la Hofferson apenas sonriendo y en un hilo de voz. Por alguna razón, este chico no le traía buenas vibras.

-A mí igual.- correspondió Dagur amablemente, pero luego miró con un semblante más serio al ojiverde- Hiccup, ¿puedes venir un momento?- pidió una vez que señalaba más adentro en el callejón, un lugar donde Astrid no los pueda ver ni escuchar.

-Claro.- contestó de inmediato- ¿Me esperas?- le dijo dulcemente a la ojiazul, ella dudó unos segundos, pero después asintió.

† † †

-Y ahora qué hice.- reclamó el ladrón abriendo los brazos a sus costados, estaba confundido, no entendía porqué de repente su amigo lo llamó así con regaño.

-Hiccup, sabes muy bien que nuestro trabajo es robar, no tener amistades.- le reprochó el pelirrojo.

-Lo siento. Hace una semana y media le robe, o bueno, lo intenté; nos volvimos a encontrar, pero la ví muy especial para mí. Es todo.- relató fijando su vista unos segundos a la dirección donde había dejado a Astrid.

-No me digas que te enamoraste.- Dagur frunció más el ceño.

-¿Quién? ¿Yo?- el chico llevó una mano a su pecho fingiendo estar ofendido, pero la mirada del otro chico lo decía todo- Un poco. Es muy bonita y, al menos, no se dió el lujo de denunciarme.- admitió a medias.

-¡Sabes muy bien que no puedes enamorarte!- el otro ladrón gritó lo más fuerte que pudo, tratando siempre de no llamar la atención de la chica.

-¡Sucedió!- Hiccup también alzó su voz y frunció el entrecejo- ¡¿Ok?! Y no puedo dar marcha atrás. Dagur, la amo desde la primera vez que la ví, y quiero protegerla de los peligros de este mundo, así yo tenga que morir en el intento.- ahora sí sintió que se expuso mucho ante él, pero lo considera un amigo, así que tampoco creyó que fuera un riesgo para él contarle sobre sus sentimientos.

-Entonces si ahora estás enamorado, ¿ya no le tienes rencor a tus padres?- atajó cruzándose de brazos.

-No mezcles el amor con ellos, sabes que eso jamás se los perdonaré.- bramó él Haddock cerrando sus manos en puños.

† DESTINO DIVINO †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora