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Advertencia: Ligera escena lemon, no es nada explícita, pero prefiero avisar para que no les tome por sorpresa.

-Muy bien, jóvenes, entreguen sus tareas.- dijo la maestra, todos se pusieron de pie dispuestos a dejar sus trabajos en el escritorio.

-Throk.- Heather llamó al chico, este fue hacia ella algo confundido, era inusual que ella le hablara tanto ahora último.

-¿Qué paso?- cuestionó con calma que lo caracteriza.

-Necesito que le pidas a Brutilda su celular, planea una excusa y me lo das.- pidió sabiendo que el pelirrojo haría lo que fuera con tal de acercarse a la rubia.

-¿Para qué?- el chico estaba intrigado.

-Solo hazlo, por favor.- contestó poniendo una de sus grandes, amigables y fingidas sonrisas, el chico solo asintió.

Astrid y los gemelos se disponían a entregar la tarea, milagrosamente los Thorton la habían hecho. Hofferson y Brutacio fueron directamente a la fila sin ningún inconveniente, en cambio la de dos trenzas, fue parada por la mano de un chico.

-¿Qué quieres, Throk?- preguntó un poco molesta, puesto que sabía los sentimientos del muchacho hacia ella, pero a pesar de dejarle en claro que no sentía nada por él, este seguía queriendo acercarse a ella.

-Brutilda, ¿podrías prestarme tu celular?- pidió amablemente.

-Oh, por supuesto, toma.- la chica hizo el ademán de sacarlo de su bolsillo del pantalón.

-¿En serio?- Throk se sorprendió por la facilidad con la que la convenció.

-¡No, tarado!- exclamó sólo lo suficientemente alto para que los que estaban alrededor la escuchen y no la maestra. Se dió la media vuelta y se metió a la fila junto a su hermano y amiga, pero fue un error, ya que no sintió cuando él escurridizamente acercó su mano al bolsillo y sacó con velocidad el teléfono.

Una vez que se aseguró que nadie lo vió, fue hacia la Berserker.

-Ten, pero lo que vayas a hacer, hazlo rápido.- murmuró entre dientes y ella tomó el teléfono.

Prendió el celular, tenía suerte de saberse el cumpleaños de los Thorton, pues esa era la contraseña, y pasó la foto que le había tomado a Hiccup y Astrid al contacto que le pertenece a la mamá de la chica, su plan funcionaría de maravilla.

-Ten, gracias, Throk.- el chico sólo asintió y se fue para dejar el teléfono en el sitio de su dueña, con suerte, ella es tan distraída que ni se dará cuenta que su teléfono apareció ahí y no en su bolsillo donde estaba con anterioridad- Ay, mi querida y torpe Brutilda, si Astrid no es mi amiga, tampoco será tuya.- musitó por lo bajo y una sonrisa maléfica marcó su rostro.

Dos objetivos muy simples: Fastidiar a Brutilda Thorton y que Astrid Hofferson se quede sin una amiga, claro está para la pelinegra que el vínculo de gemelos que tienen Brutacio y Brutilda es tan fuerte que, en un pelea entre ambos rubias, Brutacio siempre estaría del lado de su hermana. En ese momento de crisis que tenga la bella y perfecta Astrid, ella la "consolaría" y empezaría a cambiarla de poco en poco para que se haga su nueva mejor amiga y compartan la fama que tanto Heather codicia y Hofferson tiene.

Pero en sí, había un tercer objetivo que comenzaba a crecer dentro del plan de la ojiverde: Quitarle el novio a la rubia.

† † †

La casa finalmente había quedado sola, disponible para ella. Terminó de desayunar, empezó a lavar los platos y rápidamente fue a su habitación a ordenarla y prepararse para ver a su querida pareja. Ansiosa esperaba verlo, quería hablarle de muchas cosas, disfrutaba sus momentos con él, de sus atenciones y de sus amenaz charlas.

† DESTINO DIVINO †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora