-No puede ser.- murmuró él pelirrojo anonadado- Eres tú.- dijo más alto y esbozando una gran sonrisa de alivio.
La alegría y la tranquilidad invadieron el cuerpo de Estoico Haddock; tantos años de búsqueda y, al fin, lo veía, cuando ya tenía pocas esperanzas. Le sorprendía el hecho de que lo había visto casi todos los días, persiguiéndolo. ¡Tratando de arrestarlo! Por otro lado, tuvo que admitir que su hijo era muy astuto; con capucha puesta no se lo reconocía.
-Tantos años, tanto tiempo sin vernos.- volvió a hablar con voz entrecortada, lágrimas de felicidad empezaron a escurrir por sus ojos, cubrieron su rostro.
Poco a poco, se fue acercando, llevándose una desagradable sorpresa.
-No te acerques, no pienso en ningún abrazo ahora.- retrocedió Hiccup un paso, mientras le hablaba con dureza; su objetivo era hacer un trato y, después de rescatar a Astrid, tomar rumbos diferentes- Te traje aquí solo para que me ayudes, no para sentimentalismos.- aclaró.
-Pero, hijo…- el mayor sintió que su corazón se estaba rompiendo, aún su hijo seguía rechazándolo por culpa de ese rencor- Me arrepiento de haberte mentido, quiero que nuestra familia se vuelva a unir, que vuelva a estar completa: Tu madre, tú y yo.- dijo sonando la nariz para después secar sus lágrimas.
-Te agradeceré por toda la vida al cuidar de mi mamá, pero no pienso volver a casa.- negó el castaño para irritación de sus amigos y de Bocón, claro, y para desgracia de su padre.
-Hey, yo ya te he visto.- habló el rubio mayor para salir de esa situación.
-Dos veces, padrino, y aun así, no te percataste de quién era el chico con capucha.- afirmó el ladrón con una sonrisa divertida de lado.
-Tú andas con mi alumna: Astrid Hofferson- le recordó.
-Tienes razón, es mi novia.- volvió a afirmar Hiccup sorprendiendo a los adultos- Y es por eso que necesito su ayuda.- habló ahora con más seriedad.
-Hijo. ¿Qué sucedió?- cuestionó el pelirrojo.
-No me digas hijo, no tienes ese derecho desde que me enteré que me engañabas y mentías en la cara.- bramó cerrando sus manos en puños.
-Para mí lo sigues siendo, espero que alguna vez me puedas perdonar y entender.- se dependió Estoico también usando una voz más gutural, recobrando su imponente postura. Hiccup, sin embargo, suspiró exasperado y rodando los ojos.
-Ok, Astrid fue secuestrada por Drago Manodura, nuestro ex jefe.- reveló ignorando las palabras de su padre y centrándose en lo que, ahora, más le importa.
-¡¿Trabajabas para Drago?! ¡Hiccup, él es un mafioso!- al oír el nombre del jefe de su hijo, sintió un apretón en el corazón, esto no podía ser cierto.
-No lo sabía, yo solo robaba. Me enteré que trabajaba en la mafia ésta noche, pero fue demasiado tarde. Se la llevaron.- explicó desesperado y terminó por pasarse las manos por sus rebeldes cabellos.
-Te ayudaremos.- aceptó su padre- Pero tú no puedes estar en ningún plan, aunque seas mi hijo, no puedo dejar pasar los delitos que has cometido.- lamentó Estoico, por más doloroso que sea, si tú escuadrón encuentra a su hija, tendría que arrestarlo; lo tenía jurado por su código de policía y ética moral.
-Por eso quiero hacer un trato.- señaló el Haddock menor.
-¿Qué trato?- a Bocón le ganó la curiosidad.
-Nos uniremos para ayudar a salvar a Astrid, mis amigos y ustedes dos, y algunos policías más. Si aceptan, prometo que apenas termine todo este infierno, yo personalmente me entrego a la justicia.- decretó con inquietante calma.
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† DESTINO DIVINO †
Fanfiction¿Perdonarías a la persona que te mintió por no hacerte sufrir? ¿Darías todo por la persona que amas? En un Universo Alternativo, a los 10 años Hiccup Haddock escapa de casa, dispuesto a no volver. 7 Años después se ha convertido en un ladrón que viv...
