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-Hiccup, Babe… No quise…- tras el sobresalto de Dagur y Astrid, la rubia aprovechó para zafarse de los brazos del maldito que había arruinado todo.

-Cómo pudiste…- murmuró él ojiverde en un hilo de voz- ¡No te acerques!- gritó extendiendo sus brazos al frente unos segundos, temía hacerle daño con lo furioso y dolido que estaba.

-Yo no quise besarlo, él me besó.- dijo ella.

-Bien que quisiste, tú insististe- habló el pelirrojo mientras sonreía cínicamente.

-¡TÚ, MALDITO DESGRACIADO! ¡¿CÓMO ME PUDISTE HACER ESTO! ¡Y CON LA CHICA QUE DE VERDAD AMO!-gritó Haddock dejando ver su vena de la frente. Los gemelos se mantenían en silencio.

-¿No es obvio? Ella me ama. Te engañó, prefirió estar conmigo.- mintió el otro ladrón.

-¡Eso no es cierto! ¡Yo te amo, Hiccup!- intervino Hofferson sintiendo sus ojos cristalizarse.

-¿Amarme? Te ví besándote con él… ¿Eso es amarme?- cuestionó irónico y también sus ojos se cristalizaron.

-¡Me forzó! ¡Me acorraló!- dijo ella en defensa.

-No mientas, Astrid. Tú eras la que quería, hasta más diría yo.- habló Dagur y, al instante, sintió un fuerte puñetazo en el rostro.

-Ustedes, dos de las personas más importantes que tengo, me terminaron engañando.- Hiccup pudo evitarlo, entre la ira, el engaño y el dolor no se puede evitar llorar. Rebeldes lágrimas se escapaban de sus ojos.

-Hiccup, escúchame, por favor.- la ojiazul estaba dispuesta a acercarse a él, pero nada parecía hacerle cambiar de parecer. Él retrocedió.

-Aléjate de mí, Astrid… Me decepcionaste.- en su voz temblorosa se notaba el dolor y aquellas palabras rasgaron el corazón de la rubia, quien sintió sus lágrimas empezar a descender por sus mejillas- Tú cambiaste mi perspectiva sobre la vida, pero ahora no sé si creerte, ahora sólo veo qur viviste engañándome desde Thor sabe cuándo.- añadió para luego sorber con la nariz.

-Hiccup, yo no te engañé.- musitó negando con la cabeza.

-¡¿Y ese beso?! Tal vez recién experimente el sentimiento del amor, pero lo que sé es que, cuándo amas, solo puedes comprometer ese amor a una sola persona.- dijo, antes de dar una breve pausa para tragar saliva y seguir hablando con menos dificultad- Te amo tanto, Astrid, nunca pensé que podía amar a alguien de este modo, pero con esto... Terminamos.- decretó sintiendo su corazón estrujarse.

El castaño salió velozmente de ahí, mientras los Thorton lo miraba tristemente, Astrid soltaba libremente lágrimas junto a leves sollozos, y Dagur…El desquiciado estaba sonriente, incluso ante tremendo golpe.

-¡Hiccup! ¡No!- gritó la ojiazul, ella cayó de rodillas aún en llanto, el dolor que sentía por perderlo era más del que podía soportar.

-Ast, tranquila...- Tacio se acercó y se arrodilló a su lado ara abrazarla por los hombros- Déjalo, sólo está dolido.- dijo suavemente para tratar de reconfortarla.

-¡Yo no quise besarlo! ¡Me forzó!- gritó desesperada, esto no podía estar pasando. Luego sintió a la otra rubia arrodillarse a su lado y frotar su espalda- Brutilda, lo siento, fui tan dura contigo. Quien sea que envió esa foto debió ser otro, pero no tú, no serías capaz, porque eres mi mejor amiga.- se disculpó con una triste sonrisa, la cual fue correspondida.

-Fue Heather, con ayuda de Throk.- le informó en voz tenue- Eso ahora no importa, vamos a casa.- añadió con más firmeza, mientras que, con ayuda de su gemelo, la ponía de pie.

-Quiero ver a Hiccup.- refutó Hofferson.

-No creo que sea el mejor momento.- indicó Brutacio empezando a caminar, hasta que vieron a Dagur, quien los miraba con arrogancia recargado en un pared- ¡MIRA LO QUE HICISTE IMBÉCIL!- le gritó enojado.

† DESTINO DIVINO †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora