-Hiccup, tienes que aceptarlo. Él estuvo contigo desde el día que naciste, acéptalo.- insistía Patapez, quién perseguía al castaño, quién caminaba un poco furioso al ver a aquel policía.
-Ese señor ya no es importante desde que me mintió.- le respondió con rencor.
- Pero, Hiccup, ¡es tú padre!- le volvió a exclamar, asombrado de su terquedad en negar a su progenitor.
-¡Ya no lo es! ¡¿Un padre te engañaría, te mentiría diciéndote que ya no trabajaría más en algo que arriesgue su vida?!- se defendió apretando sus manos en puños.
-No he tratado alguna vez con él, pero se nota claramente que te quiere.- el Ingerman se cruzó de brazos.
-A mí no me interesa, yo no lo quiero.- el ojiverde usó una voz tajante, no sólo para convencer a sus amigos, sino que a él mismo también.
-¿Y qué hay de tu madre?- Patán por fin se dignó a intervenir en el dilema- ¡Ella ha de estar en peores condiciones!- se puso a pensar en cómo estaría la señora Haddock. El Jorgenson también tenía problemas familiares, sobretodo con su padre, es por esa razón que terminó en las calles igual que Hiccup. Sin embargo, no había día en que no pensara en su mamá, por eso pensó en la de su amigo.
-Quién la manda a ser cómplice.- contestó el castaño de inmediato- Chicos, ambos me mintieron, eso jamás se los perdonaré.- el chico no daría su brazo a torcer.
-Estás mal, amigo.- el rubio lo miró con tristeza- Tú no perteneces aquí, nosotros ya no tenemos familia, pero tú sí. Estás cambiando por un rencor estúpido tuyo; no te debieron mentir, pero eso no significa que los dejes, te aman.- sólo por un instante, Patapez creyó haber convencido a su amigo.
-Tú qué sabes, Patapez. Como acabas de decir, ya no tienen padres.- atacó el Haddock con crueldad.
Lo triste de la vida de sus amigos, era de que ambos perdieron a sus familias y ya no tienen forma de volver a una vida decente. En el caso de Patapez, él perdió a sus padres a los 6 años en un accidente automovilístico, esa noche estaba aterrado y sólo atinó a huír de la escena al ver a sus padres muertos, ningún otro familiar lo buscó, así que fue así como empezó su vida en las calles. Mientras que en el caso de Patán, fue algo más parecido al de Hiccup; pues tenía muchos desacuerdos con su padre, ya que él estaba metido en el bajo y peligroso mundo de las drogas y el alcohol, Patán quería que su padre saliera de ese ambiente, pero su progenitor sólo respondía con arrebatos y golpes, así que a los 5 huyó de casa. Sin embargo, cuando regresó a su hogar una semana después, tuvo el trauma de verlos asesinados, quedando también huérfano y volvió a su vida callejera. Patapez y Patán se conocieron a los 8 y después conocieron a Hiccup al poco tiempo que éste dejara su hogar.
-La calle no es lo tuyo, regresa a tu hogar.- bramó él pelinegro recordando su pasado con rabia. Y también pensando en que, a pesar de los años, el castaño aún no se acostumbra y no tiene estómago para sobrevivir en la calle y hacer sin remordimientos lo que su jefe les encarga.
-Una vez más, no lo haré.- contestó Hiccup empezando a enojarse.
-¿Y si te lo pide ella?- Patán trató de usar otra carta para el juego.
-¿Astrid? No.- negó rotundamente- La quiero, pero yo tomo mis decisiones y nada ni nadie me hará cambiar de opinión.- caminó furioso.
-Qué más queda.- murmuró él Ingerman cansado de intentar- No cambiarás; vayamos a robar algo.- comentó y, sin más que decir, los tres salieron a conseguir algunas cosas, sin saber lo que el destino les tenía preparado.
† † †
-Llegué.- avisó Astrid mirando a todos lados, fue raro para ella ver que su mamá no se encontraba en su hogar, pero las luces estaban prendidas.
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† DESTINO DIVINO †
Fanfiction¿Perdonarías a la persona que te mintió por no hacerte sufrir? ¿Darías todo por la persona que amas? En un Universo Alternativo, a los 10 años Hiccup Haddock escapa de casa, dispuesto a no volver. 7 Años después se ha convertido en un ladrón que viv...