SANO amor

26.

Beso soñado dentro de una pesadilla

Había pasado media semana,x de llegar a Rusia. James se quedaba en un hotel que habían habitado especialmente para los agentes, dicho lugar estaba protegido como era debido por si acaso la organización de Daniel llegaba a sospechar algo.

Gustavo, se estaba quedando en un apartamento que le proporcionó su tío. Daba vueltas una y otra vez a la mesa donde tenían todos los documentos repartidos.

James y Guillermo habían salido para comprar algo de comer, pero antes le habían dejado un sobre el cual todavía no había abierto.

Le habían dicho que ese sobre tenía fotos delicadas que tenían que ver con Danela y se le había helado la sangre. No sabía que esperar.

Tomo el sobre con las manos temblorosas y en cuanto saco la primera foto soltó un ruido ahogado. En la foto se podía apreciar cómo llevaban a Danela amarrada y entre tirones hasta una de las puertas traseras del hotel recién inaugurado.

Pasó las fotos y en una de ellas, Danela estaba en el suelo tirando con fuerza para que no la siguieran llevando. En la siguiente aparecía como le habían dado un golpe porque estaba en el suelo media aturdida.

Tiro las fotos al suelo y rompió el sobre junto con un grito de frustración. En ese momento James y Guillermo acababan de llegar.

— Hemos llegado.— aviso aún así su tío mientras dejaba las bolsas de comida sobre la mesa.

Gustavo se sentó en un taburete del comedor y apoyo su cara contra sus manos. Mientras, James lo miraba sin saber que hacer para ayudar a su amigo.

Las noticias no mejoraban con relación a la misión, y tampoco parecían querer mejorar a futuro. Las cosas comenzaban a ponerse tensas dentro de la organización de Daniel ante el rumor de una posible traición. Sin contar que el padre de este había aparecido muerto por una sobredosis en el baño de su casa.

Después de todo lo único bueno es que consiguieron cambiar el punto de ataque. Ante la constante circulación de Daniel por el nuevo hotel era mucho más conveniente atraparlo ahí. Lo contraproducente es que no sabían mucho del lugar y sospechosamente la seguridad del mismo era el doble de su casa.

Todo pintaba para mal.

— En dos días llegarán nuevos reportes. Conseguimos armar un nuevo plan para entrar al hotel, solo falta detallar algunas cosas y lo pondremos en marcha.— informó Guillermo comenzando a comer.

— ¿Cuánto tardará exactamente?— preguntó Gustavo.

— Después de los dos días de espera, otros cinco para que la misión sea exitosa.— respondió.— Aunque eso es lo que opina tu madre.

— ¿Y tú?

James se apoyó en la isleta de la cocina sin decir una palabra. Habían tenido una reunión en la mañana, y aunque intentó dar unas palabras, Vivían lo mandó a guardar silencio y le repitió que debía mantenerse al margen con cuestión a Danela.

— Yo esperaría una semana después de recibir los informes.— soltó y Gustavo puso mala cara. James sabía que no lo había tomado bien. Más tiempo para planear es más tiempo que Danela estaría en ese lugar.

— ¿Por qué esperar más tiempo?

— Es lo ideal para que todo salga bien.— le dijo Guillermo.— Tú más que nadie sabes que las cosas que se hacen con calma salen mejor.

— ¿Te estás escuchando?— exploto Gustavo.— Mientras más tiempo pase, más tiempo Danela estará con esa gente. No sabemos si la están lastimando.