Primera novia de Max
Cuando Noly se tranquilizó, Víctor les explicó que Danela haría una videollamada pronto y Max llamó de inmediato a Alberto. Que sin duda, tal vez no fue la mejor idea de todas.
— ¡He llamado a Gustavo un millón de veces! ¡¿Sabes dónde demonios está?!— grito Alberto desde el otro lado de la línea.
— Según tengo entendido está con Liz.— respondió Max lo más tranquilo que pudo.
— He ido a su casa y Liz me ha dicho que ha salido corriendo en cuanto se enteró.— Max se quedó de pie sin mover un músculo.— Si no fue corriendo hasta la casa de seguridad, entonces no se a donde pudo haber ido.
— Tal vez tomo un avión y fue a ver a Danela. Al final la misión terminó.
Alberto soltó un suspiro de preocupación.
— ¿Qué voy a hacer con ese muchacho?
Compartieron unas cuantas frases más y se despidieron para después colgar.
Las hermanas fueron corriendo a darle la buena noticia a su madre, y sorprendidas notaron que esta solo sonrió y agradeció a Dios en voz baja.
Alen salió de la habitación con una sonrisa después de estar un rato tratando de entablar una conversación con su madre. Lo que casi nunca conseguían. Ya quería ver con sus propios ojos a su hermana. Y cuando llegara, abrazarla lo más fuerte que pudiera.
Max seguía en la cocina sosteniendo el teléfono gigante que usaban para comunicarse. Alen le dio un abrazo por la espalda y sonrió.
— Ya todo estará bien.— dijo escondiendo su cara en la espalda del chico.
— Sí, pronto volverás a casa.
Esa verdad lo hizo sentir un poco mal. Alen ya no necesitaría su protección, y aunque la necesitara, ya no sería él quien la cuidaría.
Alen pareció darse cuenta del mismo detalle en ese momento, porque se alejó de él con el rostro cargado de tristeza.
— Eso significa que...
— Eso no significa nada.— la interrumpió Max completamente serio y tomando sus manos al momento que se daba media vuelta para quedar cara a cara con ella.— Lo más probable es que ya no sea tu guardaespaldas, pero no me voy a apartar de tu lado.
Alen sonrió mientras lo miraba a los ojos, realmente parecía hablar enserio.
— Entonces...
— Alen, ¿quieres ser algo más que mi protegida?— pregunto Max y Alen sintió como su cuerpo tembló de pronto.
— ¿Cómo tu amiga?
— Algo más.
— ¿Tu... novia?— pregunto tornándose completamente roja.
— ¿Me darías ese honor?— Max sonrió y Alen asintió desenfrenada mientras extendía sus brazos hacia él y lo abrazaba con fuerza.
En la entrada de la cocina, Víctor y Noly miraban asomados detrás de la pared. Víctor encima de Noly mientras ambos agudizaban su oído para escuchar la conversación.
— ¿Qué están haciendo?— Mari llegó de la nada, y Víctor cayó al suelo llevándose a Noly con él.
— Estábamos...— hablo Víctor buscando una excusa. Habían quedado en evidencia frente a Max y Alen, que ahora los miraban curiosos. Bueno, Alen los miraba curiosa, Max los miraba con reproche.
— Quería ver más de cerca el color de la pared.— comentó Noly acercándose a la pared, que parecía un poco vieja.— Víctor y yo pensamos que es blanca, pero de lejos se ve amarilla.

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SANO amor
RomanceUn secreto puede corromper una familia completa. Los problemas de nuestros padres no deberían de ser un problema el cual los hijos deban de cargar, o peor aún, pagar las consecuencias. Cuando la seguridad está en riego, la vulnerabilidad convierte e...