El accidente
Narra: Danela RelishNo puedo con la cabeza, siento que todo me da vueltas cuando me levanto de la cama. Cada sonido suena el doble en mi cabeza y me afecta como si me estuvieran pegando con un martillo.
Me bajo de la cama, me baño y me alisto un poco para retomar mi domingo de mierda. No recuerdo mucho de lo que paso anoche, pero si estoy segura del regaño que me espera.
Bajo las escaleras hasta la cocina de la casa, para mi suerte y fortuna no hay nadie a quien temerle. Solo está Batman tomando una taza de café.
Cuando me ve sonríe de forma tranquila, él es tan tranquilo, su vida parece caminar sobre una nube de algodón de azúcar.
— Buenos días, Batman.— lo saludo y sonríe más aún, sus mejillas cubren sus ojos casi por completo.
— Buenos días, Danela. ¿Cómo te encuentras?— me pregunta y me alegra saber que alguien se preocupa por mi después de dar tantos problemas.
— Me duele la cabeza, pero nada más.
En cuanto termino de hablar siento el sonido de los tacones de Noly pisar con fuerza. El sonido es más agudo que nunca y me hace cerrar los ojos por un momento.
— Tenemos que hablar.— dice en cuanto se posa frente a mi. Noly cuando se enoja da mucho miedo.
Ignora a James como le da la gana mientras se cruza de brazos. Noto la tensión entre ellos, pero ahora no estoy para pensar en eso. Necesito idear una excusa.
— Buenos días para ti también, hermanita. ¿Cómo va tu mañana?
— De mierda. No dormí casi nada preocupada por saber dónde estabas y resulta que saliste de fiesta sin tu guardaespaldas. Justamente después de hablar contigo y decirte que necesito que pongas un poco de tu parte.
Su enojo es evidente, ideo una excusa, pero simplemente no pienso en nada que pueda justificarme. Por su parte, Noly continúa hablando.
— Cancelé tu tarjeta, no puedes usarla a menos que sea para una emergencia y será con mi consentimiento.— dice y me pongo de pie.
— No puedes hacer eso.— replicó.
— Si puedo, nuestros padres me dieron la autorización. Si quieres dinero, trabaja para ganarlo.
Sabía que haría algo como eso, tarde o temprano esto pasaría, pero no pensé que ahora. No tenía ni idea de lo que podía hacer. ¿Yo trabajar? Tenía que estar loca.
— Según tú, ¿dónde voy a trabajar?— le pregunté con una sonrisa.
— Trabaja en mi editorial, necesito personal en algunas áreas y me vendría excelente tu ayuda.— menciona con una sonrisa, yo hago una mueca de asco.
— Ni de coña trabajare rodeada de libros. Lo siento, pero me niego. Cuando llegue papá y mamá hablare con ellos de esto.
Me di la vuelta y caminé hasta la sala de estar, donde encendí la televisión. No pasaron ni cinco minutos cuando Gus Gus apareció frente a mi y me apago lo que veía.
— ¿Quién te dijo que...
— Pediré un cambio. Para que pueda salir con gusto sin mi presencia.
Se me enfría la sangre y me pongo de pie.
A ver, no me agrada para nada Gus Gus, pero tampoco voy a aceptar que otro idiota me cuidé. Mi guardaespaldas es un amargado, pero estoy segura que nadie me cuidará tan bien como él. Además de que, nadie logrará adaptarse a mis tonterías por mucho tiempo.

ESTÁS LEYENDO
SANO amor
Любовные романыUn secreto puede corromper una familia completa. Los problemas de nuestros padres no deberían de ser un problema el cual los hijos deban de cargar, o peor aún, pagar las consecuencias. Cuando la seguridad está en riego, la vulnerabilidad convierte e...