YOUNG ROYALS 3: EL CAPÍTULO FINAL

5. QUE PASES UNA FELIZ PASCUA

Wilhem

Simon y yo nos miramos dubitativos. Suspiro y finalmente, decido levantarme y abrir la puerta porque sé que Jan Olof no se va a ir hasta que hable con él.

-¿Qué quieres? -le digo seriamente.

-Alteza, cuando se ha ido hemos elaborado un plan que por ahora nos podría servir.

-¿Qué plan? -pregunto nervioso.

-Los reyes siguen en la cafetería, pero se van a ir ya para alejar a la prensa de Hillerska. Por favor, sé que está enfadado, pero el escándalo de hoy es mejor solucionarlo cuanto antes. Acompáñenos a palacio y allí lo hablaremos tranquilamente.

Vuelvo a suspirar y me doy la vuelta para mirar a Simon. En sus ojos veo las mismas dudas que siento yo ahora mismo, y Simon se encoge de hombros.

-¿Podré volver?

-Por supuesto, alteza, pero antes necesitamos aclarar lo que ha ocurrido hoy.

-¿Y qué pasa con las clases?

-Las vacaciones de Pascua empiezan la semana que viene, el trimestre prácticamente ha terminado. Hablaremos con los profesores, pero la situación es complicada ahora mismo. Lo mejor será que no vuelva hasta después de Pascua.

-¿Y en esas dos semanas podré ver a Simon?

Jan Olof suspira y ladea su cabeza ligeramente tratando de ver a Simon.

-Eso tendrá que consultarlo con los reyes en palacio junto al nuevo plan.

Me quedo unos momentos mirando a Jan Olof y contemplando mis opciones. Si me quedo, la prensa seguirá viniendo, y la situación será tensa e incómoda para todos. Si me voy, al menos despejaré las dudas sobre lo que pueda ocurrir a partir de ahora. Sin embargo, no quiero tomar ninguna decisión sin hablarlo antes con Simon.

-¿Puedo pensarlo un momento?

-Claro.

Cierro la puerta y vuelvo a sentarme en la cama junto a Simon. Miro al suelo y vuelvo a sentir ese agobio en mi pecho. Para mi sorpresa, Simon acerca su mano y la sostiene junto a mi pecho, acariciándolo.

-¿Estás bien? -me pregunta.

-Si. -le miro emocionado por su cercanía. Después de haber estado tan distante conmigo, cualquier contacto con Simon me llena por dentro.

-Estoy aquí, y te voy a apoyar en cualquier decisión que tomes. -me dice Simon sin apartar sus ojos de los míos.

-Esta vez estamos en esto juntos. No quiero tomar ninguna decisión sin hablarlo contigo antes. -le aclaro.

Pongo mi mano sobre la suya que sigue acariciándome el pecho. Simon sonríe y asiente.

-¿Has escuchado todo? -le pregunto.

-Si.

-¿Qué crees que debería hacer?

-¿Tu qué quieres hacer?

-No lo sé...Quizá sea mejor irme para escuchar el plan de mis padres, pero...No quiero dejarte solo en esta situación.

-Yo...Supongo que me iré a casa, mi madre está nerviosa. Les mandaré un correo a los profesores por si falto a clase esta semana. Por lo que ha pasado... lo entenderán. No te preocupes por mí, esta vez estaremos bien. Tu...Vete a casa y escucha lo que tengan que decirte. A partir de ahí ya decides si seguir su plan o no. Confío en ti.

Sigo emocionándome cada vez que siento de nuevo que Simon confía en mi de verdad, que me quiere y que le he recuperado después de haber perdido toda esperanza.