26. LA CANCIÓN DE SIMON

701 48 13
                                    

Wilhelm

Después de ver las fotos, Linda nos informa de que nos ha dejado salmón con patatas en el horno para cenar.

-Tengo que irme al hospital para hacer los trámites de traslado al nuevo. Empiezo en un par de días. ¡Qué emoción! Nos vemos, chicos.

Aún no tenemos hambre, y queremos despedir la luz del día fuera, sentados en la mesa de picnic, donde estábamos antes.

El sol se va escondiendo, dejando un cielo que refleja el atardecer. La "Golden hour", lo llaman, o sea, la hora dorada. Me pierdo observando cómo los reflejos dorados iluminan la piel morena de Simon. Una piel que he olido, besado, lamido, acariciado. Me fijo, más de lo habitual, en lo guapo que es. Soy muy afortunado.

-¿Qué miras tanto? -me pregunta Simon riéndose.

-A ti.

Simon niega con la cabeza, sonriendo y mirándome.

Ha sido un día muy raro. Todo el peso que sentía sobre mis espaldas, el agobio por no encontrar un plan para el juicio, ya no está. Sara es mi aliada, y, por alguna razón, confío en ella. No me queda otra.

Le he entregado a Simon mi cuerpo y mi alma. Hemos hablado de nuestro pasado. Pero... Algo me dice que, antes de seguir adelante con el plan, necesito saber qué espera Simon de su futuro.

-Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Si, claro.

-Esto... Imagina que todo sale bien, y que ganas el juicio.

Simon se ríe como si acabara de suponer un imposible.

-Imagínatelo por un momento. -insisto. -Imagina que terminamos nuestros estudios en Hillerska, que somos libres de estar juntos y que la gente nos apoya para reinar Suecia.

-¿Los dos?

-Si, los dos.

-Eso es mucho imaginar.

-Bueno, dicen que, si lo puedes imaginar, también lo puedes hacer realidad.

-Eso dicen los que han logrado lo que querían.

-Vamos, Simon, no seas tan negativo. Escúchame, si eso pasara, ¿tu querrías reinar Suecia conmigo, o tendrías otros planes en mente?

Simon me mira como si se me hubiera ido la pinza.

-Wilhelm, eso no va a pasar.

-Imagínatelo, por favor. -le pido. ¿Qué harías?

La mirada de Simon se pierde mientras su cabeza imagina posibles escenarios de su futuro.

Como tarda tanto en responder, decido plantearle la pregunta de otra manera.

-Si pudieras elegir un futuro concreto en el que eres feliz, ¿cómo te ves?

-Bueno... Siempre me he querido dedicar a la música. Lo demás me da un poco igual. Es lo que más me apasiona, por así decirlo.

-Entiendo... El talento lo tienes, sin duda. -le animo.

-Gracias. -me sonríe. -Pero a saber... La vida da muchas vueltas.

-Ya...

Ahora soy yo el que se pierde en sus pensamientos, y Simon quien me devuelve a la realidad.

-¿Tú cómo te ves? En esa versión del futuro en el que eres feliz, digo.

Cuando me toca a mi responder, me doy cuenta de que es mucho más fácil formular la pregunta que responderla.

YOUNG ROYALS 3: EL CAPÍTULO FINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora