YOUNG ROYALS 3: EL CAPÍTULO FINAL

35. EL ÚLTIMO TESTIGO

Micke Eriksson

-Micke Eriksson, ¿jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad?

-Lo juro.

-Según mi información, usted no mantiene una estrecha relación con sus hijos. Tiene antecedentes policiales y médicos por conflictos con el alcohol y las drogas. ¿Correcto?

-Correcto.

Mis ojos se turnan para mirar a Simon y a Sara detrás de él. Quiero que sepan que estoy haciendo esto por ellos.

-Su último conflicto policial fue por una pelea en un bar hace años, y hace tres meses volvió a rehabilitación. Lleva limpio desde entonces y con un trabajo estable de una empresa de seguridad en un centro comercial. ¿Correcto?

-Correcto.

-Bien. Entonces... Señor Eriksson, necesito saber los motivos por los que le dio a su hijo menor, con el que apenas tenía relación, alcohol y pastillas.

-Yo se lo puedo explicar todo, señor juez. Lo cierto es que Simon siempre ha sentido compasión por mí, y volvió a ponerse en contacto conmigo hace un par de años. Su hermana y su madre no sabían nada.

-Lo del alcohol fue solo una vez, pues August le chantajeó con que, si no llevaba alcohol a la fiesta de iniciación del príncipe Wilhelm, ni él ni Sara serían invitados. Solo ayudé a mis hijos para que pudieran integrarse.

El juez empieza a tomar notas en su libreta. Continúo con el plan, aunque esta vez empezarán a asomar las mentiras.

-August es adicto a pastillas para el TDAH porque le ayudan a rendir en Hillerska. Simon me comentó en una de sus visitas que August se había acercado a Sara para acceder a esas pastillas porque ya no tenía forma de encontrarlas, ya que eran sin receta.

-También me comentó que necesitaba dinero para unas clases particulares, pero que no podía permitírselas. Así que se me ocurrió una idea. Me acerqué una noche a Hillerska y August estaba terminando de entrenar remo. Estaba él solo.

-¡ESO ES MENTIRA! -grita August de repente.

-¡Silencio en la sala, por favor! -pide el juez.

Continúo con la mentira del plan. Si ellos han mentido con Alexander, ¿qué perdemos nosotros en intentarlo con su mismo juego?

-Me acerqué a él y le dije que le vendería pastillas para el TDAH si, a cambio, le ingresaba dinero a mi hijo para las clases particulares. Aceptó de inmediato. Podéis comprobar si es verdad. En la cuenta de mi hijo aparecen todos sus ingresos desde el móvil de August con las fechas correspondientes.

-Quiero ver las pruebas. -exige el juez.

Una vez desbloqueado y con la aplicación de su cuenta del banco, Simon entrega su móvil. El brillo del sudor de su frente se percibe desde aquí, al igual que sus ojos desconcertados.

El juez comprueba que Simon recibía dinero desde la cuenta de August. Después, el hombre de traje oscuro se lo devuelve a Simon.

Pasan unos segundos en los que el juez sigue anotando cosas hasta que me pide continuar.

-Le dije a Simon que la familia de August me había contratado como vigilante de seguridad de su finca. Y que August le ingresaría mi sueldo en su cuenta para que pudiera pagarse las clases particulares. Sí, es cierto, mentí a Simon. Pero sabría que no aceptaría mi dinero si supiera la verdad. Si supiera que le estaba vendiendo pastillas a un compañero.

-Pero mi hijo era feliz pudiendo asistir a clases particulares. Es un buen estudiante y un gran chico. Y yo quería compensar mis errores como padre. -aunque todo lo que he dicho es mentira, esto último es verdad. Miro a Simon y noto como mis ojos se inundan de lágrimas.