VII

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La escuchó gritar, antes de comenzar a llorar, y rápidamente se bajó de la moto, tomando a su perro para correr hasta la casa. Sin permiso alguno, entró, encontrándose con Hazel y Ewan en la sala.

—Quiero a ver a Cala, sé que ustedes me detestan, pero necesito verla.

—Está en la habitación con nuestros padres y Blake —le dijo Hazel señalándole la dirección.

Asintió con la cabeza y bajó al cachorro.

—Se llama Nieve, tengan cuidado con los dientes, son filosos —pronunció dejándoles al cachorro, antes de irse hasta la habitación.

Llegó, y observó que la pelirroja estaba abrazando a Natalie, llorando angustiada. ¿Qué había ocurrido? North lo observó y luego desvió la mirada.

—Cala —pronunció bajo.

Dejó de abrazar a Natalie, y al momento de verlo, su llanto se hizo más fuerte.

—N-Nate.

—¿Qué pasó? —le inquirió acercándose a la cama.

Natalie se alejó de ella, y Cala se abrazó a Nate, llorando desconsolada.

—¿Por qué lloras? ¿Te hicieron daño?

North, Natalie y Brenda salieron de la habitación, dejándolos solos con Blake.

—¿Qué fué lo que pasó? —le inquirió al pelinegro?

—Cala fue abusada por su compañero —le explicó en un tono bajo—. Y además está embarazada, presenta un embarazo de unas seis semanas aproximadamente.

—M-Me quiero ir, no q-quiero estar más aquí —lloró aferrada de Nate.

—¿Y qué hicieron con ese hijo de puta? —gruñó.

—El caso será presentado en la próxima junta, para ver qué medidas se tomarán al respecto. Por lo pronto, hay que tratar a Cala.

—Eso no es suficiente, un llamado de atención no es la solución de nada. Abusó de su compañera ¿Qué hará entonces con alguien que no es nada suyo? Tiene que pagar por lo que hizo —gruñó furioso.

—Yo entiendo tu rabia, Nate, Cala después de todo es mi hermanita, pero ya hemos tenido problemas con Holygrass, no podemos-

—Tú no, pero yo sí.

—Nate.

—No hablaré con ustedes para no involucrarnos —le dijo, antes de tomar a Cala del rostro y que lo mirara—. ¿Qué fué lo que pasó?

—N-No quiero h-hablar de eso —sollozó.

—Pero es necesario que lo hagas, tu confesión es muy importante.

—M-Me... Da m-mucha vergüenza —lloró escondiendo su rostro en el pecho de él.

—Tú no tienes que sentir vergüenza, Cala, tú no hiciste nada malo. Pero te prometo, que se va a arrepentir por lo que hizo.

—Nate, no provoques problemas más grandes, por favor —le pidió Blake.

—¿Qué no provoque problemas? ¿Cómo actuarías tú si se tratara de Dana o Amalia?

Blake suspiró, asintiendo levemente con la cabeza.

—Tienes razón —murmuró.

—Cala ¿Tú sabías que estabas embarazada? —le preguntó acariciando su cabello.

—N-No.

—¿Y qué quieres hacer? ¿Tendrás al cachorro?

—N-No quiero, p-pero es mi cachorro también —lloró.

—Pero si tú no lo quieres, no estás obligada a tenerlo.

—Cala, aún no es nada ¿Entiendes? —le explicó Blake—. Aún no es un cachorro, hermana, no está formado, no siente, no piensa, no tiene consciencia de su propia existencia. Y es mejor hacerlo ahora, a esperar que tenga más tiempo, y ahí sí sienta.

—Pero...

—Nadie va a juzgarte, ni nadie lo sabrá tampoco. Sólo nosotros —le aseguró en un tono calmo—. No tienes que sentirte obligada a llevar el hijo de alguien que tú no quieres, y que le luego te recuerde constantemente quien fue su padre y lo que hizo.

—Es un cachorro —sollozó.

—No lo es aún, Cala.

—¿Puedes dejarnos un momento a solas? —le pidió Nate a Blake.

El muchacho asintió con la cabeza, y cuando se fue, volvió a tomarla del rostro para que lo mirara.

—No quiero que vuelvan a obligarte a tomar una decisión que no es tuya. Si tú quieres tenerlo, está bien, yo te apoyaré en eso, así como si decides no hacerlo.

—N-No lo quiero, pero n-no sería justo.

—Justo no es lo que te hicieron a ti, lo que nos hicieron a nosotros, Cala, eso no es justo. Y justo tampoco será que tú tengas que llevar un embarazo, para traer al mundo a una criatura de un hombre que no quieres. Pero si aún así quieres tenerlo, yo estaré ahí para apoyarte.

—E-Está bien —sollozó.

—¿Entonces?

—Yo... Necesito un tiempo para pensarlo.

🌘🌘🌘

—North.

Observó a Natalie, antes de bajar la cabeza nuevamente.

—Tú quisiste lo mejor para ella, jamás imaginamos que algo así podía ocurrir.

—Le arruiné la vida a mi hija —murmuró en un tono lastimero—. Lo peor que le podrían haber a una mujer, se lo hicieron a ella —le dijo en un tono bajo, con lágrimas en los ojos—. ¿Con qué cara podría mirarla ahora?

—No es tu culpa —susurró abrazándolo—. Tú no se la entregaste a un violador, la confiaste a un tipo que supuestamente era bueno, y que jamás la dañaría.

—Yo no tendría que haberme metido. No soy bueno para mis hijos, Natalie, no lo soy. Desde hoy ya no interferiré más en sus vidas.

—No en sus vidas amorosas...

—Jamás hubiese querido que mi Cala pasara por esto, ella... Qué siempre ha sido tan frágil y buena —murmuró antes de quebrarse, y sollozar—. Por mi culpa la violaron.

—North —pronunció Natalie con lágrimas en los ojos—. No fue tu culpa, amor, no lo fue.

—Sólo q-quería que fuera feliz, nada más.

...

NateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora