Hacía más de veinte años no iba al bosque, aunque podía recordar la primera vez que lo había hecho, cuando sólo tenía cuatro años de edad. Su padre los había llevado a él y sus dos hermanos trillizos, junto con los más grandes, para aprender a cazar con su abuelo.
Y ahora, con treinta y seis años, volvía a pisar las tierras de sus ancestros, en dónde se originó su tan afamada, y respetada, familia Wildwolf.
Continuó caminando por la nieve, observando el hermoso paisaje armonioso, tanta paz brindaba, que era increíble que alguien como él pudiese sentir algo así.
Ladeó levemente la cabeza, confundido, al ver a una mujer caminar por allí también, cargando un animal en brazos. ¿Un conejo? Sí, olía a conejo, y que estaba herido.
Frunció levemente el ceño y se acercó a ella de forma sigilosa. ¿Qué hacía un Omega en sus tierras? Él acababa de comprarlas para tomarse unos días fuera de la ciudad.
—Ey ¿Qué estás haciendo aquí? —pronunció serio.
Al escuchar aquella voz, se estremeció por completo y se giró en el misma lugar, observando aturdida a aquel muchacho, soltando al conejo que huyó de ella. Por un momento, sintió que incluso su corazón se detenía, al igual que su respiración.
—¿Tú? —pronunció incrédulo, acercándose a ella—. ¿Qué estás haciendo tú aquí?
Su voz era parecida, su imagen también, pero no era él... Él jamás regresaría.
—Y-Yo vivo aquí —murmuró con temor.
—¿Cómo que vives aquí? Estas tierras las compré yo.
—Este territorio lo compré yo hace nueve años atrás, cuando me fui de la ciudad —le dijo con temor.
La miró a los ojos, serio.
—¿Esto lo compraste con el dinero de mi hermano?
—S-Sí, Shayne me pidió que viniera aquí.
—¿Estás viviendo con alguien más aquí?
—¿Por qué me preguntas eso? —le inquirió con desconfianza, haciéndose hacia atrás.
—Porque estas tierras son muy importantes para nosotros, y no me gustaría saber que metiste a un extranjero aquí —gruñó.
Mar cerró los ojos con temor y negó con la cabeza.
—N-No, no h-hay ningún extranjero.
—Ah, o sea que estás viviendo sola aquí.
—No precisamente —murmuró.
Si algo no tenía Caelan, era paciencia.
—¿Entonces?
—Prefiero no hablar de eso —susurró.
Respiró profundo y un grave gruñido salió de su garganta, asustándola.
—Estoy aquí en busca de tranquilidad, y tú no me la estás dando, Omega. Será mejor que te límites a responder lo que te pregunto, ¿De acuerdo? Así que te lo repetiré una última vez ¿Con quién estás viviendo aquí?
—Con mis hijos —pronunció temblando.
—¿Hijos? ¡¿Te atreviste a parir crías en las tierras de mi familia?! —exclamó tomándola de los brazos.
Lo miró a los ojos, con lágrimas en ellos, haciendo que Caelan la soltara.
—Y-Yo sé que u-ustedes jamás creyeron que yo amara a Shayne, pero lo amaba —sollozó—. Mis h-hijos son de él.
—¿Qué? —pronunció aturdido—. ¿Cómo van a ser de él? Shayne murió hace años atrás, y estaba muy enfermo como para poder engendrar un cachorro antes de morir.
—Inseminación artificial, él... M-Me pidió que lo hiciera.
La observó a los ojos, desconcertado, sin poder creer lo que estaba escuchando. Tenía sobrinos, sobrinos de su hermano muerto.
—Skyler murió hace dos meses —le contó, sorprendiendo a Mar—. Tuvo un enfrentamiento con un tipo, le golpeó tantas veces la cabeza, y con tanta fiereza, que le causó muerte cerebral. Mi padre se negó a desconectarlo, y lo mantuvo vivo por medio de máquinas, hasta que su cuerpo simplemente dijo basta.
—Y-Yo... Lo siento m-mucho —murmuró en shock.
—Vine aquí para alejarme de toda la mierda, perdí a mis dos únicos hermanos de padre y madre, mis compañeros de vida... Y por un momento creí que había quedado completamente solo, pero, tú me diste la noticia de mis sobrinos. ¿Cómo se llaman? ¿Cuántos años tienen?
Mar lo observó con desconfianza, dejando de llorar. Lamentaba mucho la muerte de Skyler, aunque el tipo había sido un completo hijo de puta con ella, pero no por eso iba a dejar que Caelan se acercara a sus hijos.
No confiaba en él, sabía bien que estaba tan mal de la cabeza como sus demás hermanos. Y aunque él en el pasado no la hubiese agredido físicamente como Skyler, no lo quería cerca de sus hijos.
A excepción de Samir y Milena, no quería nadie de la familia Wildwolf cerca de sus cachorros.
...
Físicamente, Caelan era el más parecido a Shayne ❤️ motivo por el cual su nombre no llevaba una S al comienzo (era para diferenciarlos al momento de nombrarlos 🐺✨❤️)
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Nate
Short StoryLibro #5 de la serie "Hijos de la luna" Si por las buenas no podemos estar juntos... por las malas serán.