XXXII

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Le acarició suavemente el cabello, la espalda, mientras la castaña dormía sobre su pecho. La casa estaba completamente en silencio, incluso Nieve dormía a los pies de la cama, en una manta de piel de cordero.

Pero mientras todos dormían, él no podía hacerlo... Había algo en su interior que se lo impedía.

La situación que estaba viviendo actualmente le recordaba cuando había ido por Cala a casa de sus padres. Antes de irse a Sunrock, ellos habían pasado un tiempo viviendo en casa de North, y se sentía tan parecido a ahora.

Pero no, Milena no era Cala, Milena sí era sincera con sus sentimientos, con sus pensamientos, y sabía que ella no le mentía, porque estaban unidos, porque podía sentirla.

Y aún así, temía que ella pudiese conocer a su luna y cambiarlo.

La jovencita se quejó y se movió un poco, antes de abrir los ojos y observar que él estaba despierto. Lo miró confundida y luego le dió un beso en el pecho, volviendo a cerrar los ojos, acariciándole el abdomen.

—¿Qué pasa que no puedes dormir? —le inquirió en un tono adormilado.

—Nada, sólo pensaba. Pero tú duerme —susurró dándole un beso en la cabeza.

—¿Qué pensamientos te quitan el suelo? Cuéntame.

—No me hagas caso.

Negó con la cabeza y se alejó de él, para sentarse en la cama y mirarlo.

—¿Qué te pasa? Guardarse las cosas no sirve de nada, y por algo somos compañeros.

—Mile, no es fácil lidiar con las inseguridades de otra persona, y es por eso que no quiero hablar —le dijo en un tono bajo, desviando la mirada.

Lo observó y suspiró, antes de destaparlo y tomarlo por sorpresa. Se subió encima de él, sentándose sobre su pelvis, y apoyó ambas manos sobre sus hombros, mirándolo a los ojos.

—Yo te elijo a ti ¿Lo sabes? Sé que lo sabes, pero en el fondo lo dudas. ¿Qué te parece si me marcas? —le propuso deslizándose hacia él, hasta casi rozar sus labios con los suyos.

—¿Hablas en serio?

—Sí —sonrió, robándole un beso—. Ya estamos unidos, pero falta la marca para completarlo.

—No quiero hacerte daño —murmuró tomándola del rostro.

Milena lo observó con cierta diversión, antes de besarlo. ¿Daño? Creo que Nate se olvidaba que ella era un alfa.

🌘🌘🌘

—De PurpleSnow, es sorprendente, es la primera vez que conozco personas de otros clanes —sonrió Samir, mientras preparaba carne asada, y Nate estaba a su lado, hablando con él.

—Sí, y gracias a la competencia de alfas conocí a Mile.

—Siéndote sincero, no entiendo porqué ella participó en esa competencia. Mi familia no vive aquí en el bosque. Si sé que tengo familiares viviendo por el bosque, pero nuestra familia, nunca hizo eso. Y somos diez hermanos, sé porqué lo digo.

—Milena me contó que ella estaba viviendo con Kenneth, y él fue quien la trajo a la competencia.

—Es más raro aún, ya que él detesta el bosque —pronunció pensativo—. Este estilo de vida no es para alguien como Kenneth, no sé cuáles habrán sido sus verdaderas intenciones.

—Según me dijo él, quiere tener "ojos" por todo el bosque, para saber que es lo que ocurre, cuando le vendí mis tierras de Sunrock.

—Sólo espero que no ocasione problemas, Vesnia y yo nos vinimos a vivir aquí para tener tranquilidad, y tener a los niños fuera de la mira de mi familia.

—Yo hubiese hecho lo mismo en su lugar. Con Mile decidimos venir a visitarlos por el mismo motivo.

—Hablando de eso ¿Qué fue lo que ocurrió?

Nate lo observó inseguro, antes de negar con la cabeza.

—No creo que me corresponda a mí hablar de eso, ya que es un asunto familiar. Creo que Milena debería contártelo.

—Entonces fue algo grave —pronunció serio Samir.

—Sí... Conocí a tu hermana Cecilia también, creo que fue la única centrada hasta ahora, claro, a excepción de tí.

—Ceci, ella... No es mala, sólo es muy recta, y con ideas muy cerradas. Mi padre tiene la culpa, nos crió de un modo muy conservador, haciéndonos creer que nuestra especie es superior a todas las demás. Y luego mis hermanos desarrollaron una manía por las castas. Según ellos, sólo los alfas son mejores y superiores a los demás, ven a los betas cómo simples empleados, y a los omegas cómo escoria.

—En resumidas palabras, son racistas, retrógradas, egoístas, narcisistas y con complejo de superioridad.

—Básicamente sí —pronunció incómodo—. Y también es culpa de mi padre, todas sus mujeres fueron alfas u omegas. De todos modos no sé de dónde sacaron mis hermanos el desprecio a los omegas. Pero al vivir en las ciudades, dónde los nacimientos de alfas son escasos, ellos se creían especiales por eso.

—¿Allí es raro que nazcan alfas? Aquí es todo lo contrario, es más factible que nazca un alfa, a que nazca un beta.

—Supongo que la determinación de casta depende de las necesidades ambientales, y no sólo hereditarias.

—¿Entonces todos tus hermanos son alfas?

—No, mi hermano que falleció, Shayne, era delta.

Nate asintió con la cabeza, antes de mirarlo curioso.

—¿Y tu hermano mayor? A él tampoco lo he conocido.

Samir observó la carne, en silencio varios segundos, antes de voltearla.

—La última vez que ví a Aram, tenía catorce años... Sólo sé que mi padre se lo llevó lejos de nosotros. Creo que nadie sabe que pasó con él, o porqué mi padre actuó de ese modo.

...

Leo sus teorías, a ver si alguna lo adivina 👀❤️✨

NateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora