"—Es urgente, doctor, nosotros tuvimos sexo y no nos cuidamos —le dijo con lágrimas en los ojos—. Necesito una píldora de emergencia.
Él médico observó a ambos y luego asintió con la cabeza.
—De acuerdo, así que supongo que se unieron. Espérenme un momento aquí.
Milena asintió con la cabeza, secándose las lágrimas de los ojos.
—Calma, todo estará bien.
—No quiero un cachorro, no puedo tener un hijo ahora.
Nate la observó con pesar, sin saber que decirle o hacer para que se sintiera mejor. Él médico volvió unos minutos después, con una jeringa.
—¿Q-Qué es eso? —le preguntó ella confundida.
—Lo que me pediste.
—Pero... ¿No se supone que es una píldora?
—Es el mismo fármaco, sólo que en vez de estar en una pastilla, es una solución. Esto hará efecto más rápido."
Habían regresado a casa de Kenneth, dónde él ya estaba allí, con tres de sus hermanos. Hermanos que no conocía Nate.
—¿Qué demonios fue lo que pasó anoche, Nate? —gruñó de rabia Kenneth—. Te ofrecí mi casa, mi hospitalidad ¿Y así me pagas? ¿Follando con mi hermanita?
—Kenneth —pronunció con temor Milena, mirando a su hermano.
—Tú no lo defiendas, eres sólo una niña estúpida e ingenua. Vete a tu habitación.
—¿Y cómo es eso que te uniste a mí hermanita, eh? —gruñó Skyler mirando a Nate—. Dieciocho años recién cumplidos tiene Milena.
—Era sólo una niña y tú te aprovechaste de ella, más te vale que respondas ahora por lo que hiciste —gruñó Lev—. ¿Qué harás si queda preñada?
—N-No, eso no ocurrirá —le dijo Milena sollozando—. Fuimos al médico, de ahí venimos, el doctor Roger ya me dió una inyección preventiva.
—Todos sabemos que no sirve, Milena, no seas imbécil —le dijo Kenneth.
—No la insultes —la advirtió en un gruñido Nate.
Kenneth al escuchar aquello, ocultó la diversión que le causó, frunciendo el ceño.
—Te uniste a mí hermanita, más te vale que la cuides, protejas, respetes y quieras ahora.
—N-No, hace falta que él haga eso —sollozó Mllena—. Hermano, nosotros lo hablamos y-
—¡Tu cierra la boca, perra estúpida! —gruñó, ganándose un gruñido furioso por parte de Nate.
—¿Quién mierda te crees que eres para hablarle de ese modo? —le gruñó, afilando su mirada—. Vuélvela a llamar de ese modo, y haré que te tragues la lengua.
—¿Sí? Quiero que se vayan los dos de mi casa ¡Ahora!
—Pero Kenneth —lloró Milena.
—¡Largo los dos! ¡No quiero volver a verte!
Nate lo observó y le gruñó, antes de abrazar a la jovencita y salir ambos de la casa, para subirse a su auto donde estaba Nieve, e irse los tres de allí.
Kenneth sonrió divertido, antes de reír.
—Son dos imbéciles, que fácil fue todo.
🌘🌘🌘
No había dejado de llorar desde que habían llegado a su nueva casa. Ni siquiera le habían dejado sacar su ropa, no tenía nada suyo allí.
—Es un té, te hará bien —le dijo Nate entrando a la habitación.
—G-Gracias —sollozó tomando la taza.
—Debes intentar calmarte, entiendo que te sientas muy triste, pero esto te hará mal.
—Mi papá ya debe saberlo, de seguro... Me desheredará, cómo hizo con mi hermano Samir.
—¿A qué te refieres?
—Samir se unión a una híbrida, y mi padre lo echó de la familia.
—Tu familia es un tanto extremista —le dijo sentándose junto a ella, dándole un pañuelo.
Milena lo tomó y se limpió la nariz, sintiendo que la cabeza se le partía por tanto llorar.
—Toma un poco de té.
Asintió con la cabeza y le dió unos sorbitos, intentando calmar los espasmos de tanto llorar.
—Podemos conocernos si quieres, intentar llevarnos bien —le propuso en un tono bajo.
—Y-Yo quería ser como mi hermana mayor Cecilia, sabes —le contó, sintiendo que sus ojos volvían a llenarse de lágrimas—. Qué mi papá se sintiera orgulloso de mí.
—Quizás ahora se moleste, pero lo lograrás, harás que tu padre se sienta orgulloso de tí.
—Lo dudo mucho si quedo embarazada.
—Y si ocurre, se puede interrumpir el embarazo.
Asintió con la cabeza y tomó un poco más de té. Nate la observó en silencio, deseando únicamente abrazarla, besarla, hacerla sentir segura. Milena se veía tan frágil, y el saber que ahora era suya, porque estaban unidos, aumentaba esos sentimientos.
—¿Qué pasó luego de la competencia?
—Kenneth se enojó mucho conmigo —recordó en un hilo de voz—. Prefiero no hablar de eso.
—¿Él te golpeaba?
—... A veces.
—Hijo de puta —gruñó, apretando sus puños.
Milena lo miró, afligida.
—Creo que esta fue la excusa perfecta para sacarme de la familia. Ahora, soy tu carga.
Negó con la cabeza y la tomó de su mano libre, mirándola a los ojos.
—¿Desde cuándo un hermano es una carga? O una compañera en este caso. Ahora estamos juntos, unidos, y somos compañeros. Saldremos de esta, y tú no sólo entrarás a la universidad, sino también harás que tu papá se sienta orgulloso de ti.
—N-No si tengo un cachorro.
—Se interrumpe el embarazo, no estamos obligados a ser padres.
—En serio tú... ¿Quieres quedarte conmigo?
—Creo que si tú también lo quieres, podría funcionar.
...
¿Niña? ¿Niño? ¿Mellizos? ¿Gemelos? ¿Mixtos? 👀🌘🐺❤️
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Nate
Short StoryLibro #5 de la serie "Hijos de la luna" Si por las buenas no podemos estar juntos... por las malas serán.