20- Responde

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Al llegar al área de urgencias, _____ notó por primera vez que su ropa estaba manchada de sangre, mareandose al instante y sintiendo que iba a desmayarse si algo le llegaba a pasar a su bebé.

Kakucho estaba a punto de hablar para explicar lo que le sucedía al paramédico que se había acercado de inmediato, pero apenas _______ vió venir a alguien en su ayuda, su vista se puso borrosa y perdió completamente el sentido, desmayandose delante del mostrador mientras solo podía pensar en el bienestar de su pequeño.

—¡_______! Aguanta un poco, no me hagas esto
Alcanzó a sujetarla apenas, evitando que fuera a golpearse la cabeza contra el suelo.

Los paramédico tuvieron que llevarla en silla ruedas de emergencia entonces, ingresandola inmediatamente ante la perdida de conocimiento durante el parto.

Kakucho rellenó el papeleo de ingreso con lo poco que sabía, sintiéndose desesperado mientras marcaba una y otra vez el número de Izana sin éxito.

Había llamado a Shion y a Mochi, pero ninguno tenía idea de dónde estaba Izana.
Rindou no le cogía el móvil como siempre y Ran le mandaba directamente a buzón.

Intentaría llamarle a Shinichiro para que al menos alguien de la familia estuviera enterado, pero apenas iba a escribir su nombre en la lista de contactos, el número de Ran le devolvió la llamada.

—Hey ¿Cuál es la urgencia?
Preguntó con voz cantarina, delatando las seis horas seguidas de fiesta que seguramente tenía encima.

—¿¡Izana está contigo!?— El pelinegro fue directo al grano apresuradamente —________ entró en labor de parto

—¿Qué?
El Haitani mayor cubrió la bocina, peleándose con alguien al fondo y pasando el móvil a otra persona.
La voz de Izana sonando completamente preocupada al fondo

—¿¡Dónde estás!?
Le preguntaron del otro lado con un tono sumamente alterado, sonando igual o peor de alcoholizado que Ran

—¡Eso mismo te pregunto yo a ti! ¿¡Dónde carajo te metiste sin llevar el móvil cuando tienes una mujer con ocho meses de embarazo!?

—¡Dime dónde carajos está! No tengo tiempo para reclamos estúpidos

El menor se apresuró en explicar la situación rápidamente, notando cómo el sonido de fondo iba desapareciendo poco a poco, dándole paso a la preocupación en la voz del moreno.

—Voy para allá, no la dejes sola maldita sea...
Cortó la llamada, dejando al muchacho sin siquiera haber explicado qué carajos había pasado y por qué ______ estaba sola en una situación como aquella.

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Lo último que podía recordar eran las luces blancas sobre su cara y figuras azules moviéndose frente a sus ojos gritando lejanamente después de haberse desmayado.
No podía sentir sus piernas y el sonido de zumbido en su oído se volvía cada vez más fuerte.

—No te duermas otra vez— Sintió que le palmearon la cara con un poco de fuerza —Quedate despierta
Escuchó la voz del moreno llamarla como cuando se está debajo del agua.
Un desesperante pitido que apenas y llegaba a sus oídos mientras sentía el apretón en su mano.

¿Qué hacía Izana ahí?
Lo último que podía recordar era haberle llamado a Kakucho.
¿Estaban en el hospital?
¿Por qué había algo incómodo sobre su nariz?

—La estamos perdiendo
Resonaba al ritmo de un monitor cardíaco que le hacía doler la cabeza entre más rápido avanzaba.
Estaba tan cansada de todo y ni siquiera podía moverse.
Sus ojos se cerraban por sí solos y lo único que quería era tocarse la barriga para sentir a su bebé.

Un hijo para IzanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora