47- Mentiras piadosas

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Cuando el niño entró por la puerta de la cocina, él se acercó a hablarle en voz baja.
—¿Qué haces aquí? Deberías estar trabajando
Preguntó, teniendo una corazonada de que algo malo había pasado a pesar de sentirse feliz de ser recibido en casa al fin.

La muchacha desvío la mirada, respondiendo una pregunta que Kuro le hacía sobre ayudarle a hacer su tarea.
—Y ahora tengo muchas letras que colorear— Infló las mejillas el más bajito, olisqueando el aire en cuanto notó un peculiar aroma a comida—¿¡Hiciste de comer para nosotros mamá?!
Intentó ponerse en puntillas para ver que había dentro de la cacerola humeando en la estufa, pero la mujer le indicó no acercarse o podía quemarse.

—Kuro ¿Por qué no comemos en la sala hoy?— Llamó la atención del más joven su padre —¿Por qué no buscas el almohadón de mamá para que veamos la tele?

El niño asintió, contándole a prisa de qué se trataba el programa de las 3:00 a la muchacha antes de desaparecer por la puerta de la cocina.

Izana se acercó a ella, pasando su mano entre ellos para apagar la estufa, pero la ahora pelinegra se giró en busca de cualquier excusa para cambiarle el tema.

—Te conozco desde los 8 años, ya dime qué te pasa
Se le quedó mirando con los brazos cruzados, esperando una explicación a todos los eventos en conjunto que estaba presenciando.

—Me dieron unos días en el trabajo...— Apretó los labios sin mirarlo a los ojos —No quería volver tan temprano, entonces pasé por la peluquería.
Se acomodó un mechón tras la oreja, luciendo más joven con el color oscuro contrastando su piel.
—La directora de Kuro me envió un correo la semana pasada ¿Recuerdas?— Sacó su móvil, enseñandoselo al muchacho —Quiere hacerle una evaluación a Kuro porque lo han escuchado hablar de sus padres peleando hace unas semanas. Tenía que venir

Izana no le creyó ni una sola palabra, pero dió su brazo a torcer ante la mención del problema de la escuela de su hijo.

—¿Por qué eso debería ser asunto de la escuela, de todas formas?— Tomó el teléfono, mirando la pantalla con atención —Todos los padres pelean.
Levantó una ceja mientras leía el detallado texto mientras ella continuaba.

—Si, Izana. Pero Kuro está diciendo cosas que hacen a los demás creer que su mamá lo abandonó y que su padre es un... abusador— Se tocó la frente, asegurándose de hablar lo suficientemente bajo para que el niño no los escuchara —Creen que me golpeabas y por eso me fuí.

El moreno sacudió la cabeza, girando hacía la sala para ver al niño, dispuesto a saber que eran esas cosas que había estado vociferando y regañarle si era necesario.
Pero antes de que fuera a hablar, _____ le quitó el teléfono con cuidado, distrayendo su enfado momentáneo.

—Cálmate, esto no es culpa de Kuro. Es responsabilidad nuestra y de nuestras peleas.
Le recordó, dejando sobre la barra el móvil.

Izana soltó el aire de golpe, tratando de serenarse.
—¿Qué es lo que ha estado diciendo?

Ella negó, poniéndose el pelo tras la oreja nuevamente.
—Eso es de lo que quiere hablar la directora— Lo invitó a sentarse en la isla de la cocina, sintiéndose incómoda pero viendo necesario que ambos supieran sobre lo sucedido —A veces habla de "la genial pandilla de su papá".

Intentó mirar hacía otro lado, no encontrando la forma de comunicarle lo que la directora le había escrito.

—Kuro es un niño muy imaginativo e inteligente... Pero a veces cree ver algunas cosas... O interpreta cosas y las dice— Negó con la cabeza, tomando una respiración —Hizo un dibujo de su familia en la clase de arte... Dibujo a Kakucho y a nosotros...
Hizo una pausa para sopesar las cosas.
—Pero te dibujó con tu uniforme de Tenjiku durante una pelea... Y yo estaba llorando— Desbloqueó  su móvil, buscando en la galería para mostrar el dibujo —La profesora llamó a la psicóloga del instituto para que le preguntara a Kuro sobre su dibujo
Suspiró, sin saber en qué tipo de lío podrían estar metidos.
—No quiso decirme qué le contó a la psicóloga, pero ahora quiere verme y fue muy explícita al enviarme un folleto sobre violencia intrafamiliar y centros de apoyo.

Un hijo para IzanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora