Un hijo para Izana

53- Preparativos

Las amenazas nunca eran suficientes cuando se trataba de sus amigos, así que ahora tenía la casa llena con 7 retardados y la novia de Kakucho comiendo pastel de chocolate en su sala.

Habían traído cerveza y un cóctel de vitaminas para la futura mamá, a quien habían conseguido subir entre todos a la silla de ruedas para que estuviera en la sala conviviendo.

Izana se había cansado de repetirles que _______ necesitaba descansar, pero después de verlos intentar cargar la cama a la sala, prefirió hacerle caso a la risita de su futura esposa y les ayudo a moverla con sumo cuidado.

Hablaron durante horas sobre lo mucho que le hacía falta un hermano a Kuro y por supuesto que el niño estuvo de acuerdo.

Su pequeño bebé se desembolvía tan bien entre ellos que a _______ en serio le preocupaba.
Dejarle la crianza solo a Izana tenía sus consecuencias, pero no se arrepentía al escuchar a su pequeño pastelito corregir a sus amigos cuando decían una grosería y que estos cambiaran su vocabulario enseguida al tener al hombrecito escuchando.

Siempre había creído que eran buenos chicos en medio de unas circunstancias horribles. Y ahora que los veía reunidos nuevamente, mostrándole su apoyo a su prometido y a ella sin ningún otro motivo que el verlos felices con su vida, le hacía reafirmar que se trataba de excelentes seres humanos...

—¿Y cuando nace?
Preguntó Shion desde el sofá con curiosidad, sosteniendo la lata de cerveza contra su rodilla para no manchar el reposabrazos.

—Todavía le queda más de la mitad del tiempo para formarse
Dijo la muchacha tocándose la barriga, teniendo los ojos de todos siguiendo el movimiento por unos segundos.

—Esperemos que Izana no vuelva a fotocopiarse o en serio voy a creer que está formando su propio ejército para conquistar Japón.
Señaló Rindou desde su silla plástica entre los sofás

Kakucho le dió la razón con un asentimiento alegre, mirando al pequeño Kuro con una risita.

—Necesitan una niña para emparejar las cosas— Mencionó Ran colgándose del otro brazo del sofá —Imaginate el arma mortal que pueden hacer sus genes
Señaló a _______, completamente convencido de que si la niña se parecía a ella sería hermosa.

Izana asintió estirándose hacía su prometida, dándole un beso en la sien sin mencionar lo que ellos ya sabían sobre el sexo de su hija.

—Oye, oye. Si tienen una niña se tiene que casar con mi hijo.
Propuso Shion con entusiasmo, haciendo que la cara le cambiara a Izana en un instante. Transformándose en una mueca de desagrado como si le hubieran ofrecido comer tierra.

—No
Respondió en automático

El más serio del grupo alzó una ceja
—Tú ni siquiera tienes novia ¿Cómo carajo piensas tener un hijo si las chicas no se acercarían a ti ni con un palo?
Opinó crudamente Muto, tan serio como permanecía la mayor parte del tiempo.

Todo rompieron a reír.
Las palabras se le fueron de la boca a Shion, quién simplemente se encogió de hombros y fue palmeado en la espalda a modo de consuelo por Mochizuki.

Continuaron bromeando sobre las relaciones fallidas que habían estado teniendo, enfrascandose en lo muy extraño que era que ninguno de ellos, salvo Izana, hubiera tenido hijos cuando estaban cerca de los 30.

Habían tenido parejas estables, pero por alguna razón, cuando las cosas se ponían serías, encontraban la forma de cagarla y que las chicas los abandonaran.

—Mina aceptó hablar conmigo la próxima semana— Dijo Mochi haciendo referencia a su ex novia —Quizá me perdone y regresemos
Una pequeña sonrisita de esperanza le iluminó el rostro
—Y también exijo lo mismo que Shion— Apuntó con el índice a Izana —Si tengo una hija o un hijo antes que ellos, tienes que darles oportunidad para salir con tus hijos