𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)

𝔼𝕝 ℍ𝕖𝕣𝕖𝕕𝕖𝕣𝕠 𝕕𝕖 𝕊𝕝𝕪𝕥𝕙𝕖𝕣𝕚𝕟

~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞~

Un gélido frío recorrió la espalda de Heaven al oír esa voz en su cabeza.

Se hallaba en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada.

Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes enlazadas se elevan para sostener un techo que se perdía en la oscuridad, proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que reinaba en la estancia.

Con el corazón latiendole muy rápido, Heaven escuchó aquel silencio de ultratumba.

¿Dónde estarían sus hermanos?

¿Dónde estaría Ginny?

¿Por qué razón ellos no estaban ahí?

Heaven sostuvo con mayor fuerza la varita rota de Ronald y avanzó por entre las columnas decoradas de serpientes.

Sus pasos resonaban en los muros sombríos, con cada paso que daba sentía como la sangre le escurría por las piernas y sus brazos.

Heaven observaba todo su alrededor esperando que el menor indicio de movimiento fueran sus hermanos y no el basilisco.

A ella le parecía que las serpientes de piedra la vigilaban desde las cuencas vacías de sus ojos.

Al llegar al último par de columnas, vio una estatua, tan alta como la misma cámara, que surgía imponente, adosada al muro del fondo.

Pero Heaven no le prestó atención a la estatua, sino, al chico que estaba parado a lado de la inconsciente Ginny.

Era un muchacho alto, de pelo negro.

Tenía los contornos borrosos, como si Heaven lo estuviera mirando a través de un cristal empañado.

Pero Heaven no había duda de quien se trataba.

Tom Ryddle.

El mismo chico del diario, el mismo chico que para Heaven se trataba de un mentiroso.

-Heaven Potter...-Pronunció el muchacho.

-¿Qué le hiciste?-Preguntó Heaven, acercándose a Ginny, pero de igual manera guardando su distancia de Tom

Ginny tenía la cara tan blanca y fría como el mármol, aunque los ojos estaban cerrados, así que no estaba petrificada, pero entonces tenía que estar...

Heaven le toco el cuello en busca de su pulso, era lento casi ni se lograba detectar.

Pero no estaba muerta.

-¿Qué le hiciste?-Volvió a preguntar.

-¿Qué te hace creer que yo le hice eso?-dijo mientras se acercaba a la menor de los hermanos Potter.

-Eres la única persona que está aquí. No te conozco y no tengo ninguna razón para creer en tu inocencia. Eres tú mi única, y, seguramente, la opción acertada.-dijo alejándose del chico

Heaven buscaba con la mirada algún rastro de sus hermanos, pero no encontró ninguno, lo único que vio fue el viejo y raído sombrero seleccionador.

Ella rápidamente dedujo qué eso era obra de Dumbledore.

Pero no le encontraba ninguna utilidad.

-¿Siempre eres tan desconfiada de la gente? Pero, si, yo soy el culpable.-A Heaven le aterro la frialdad con la que lo dijo el chico.

No parecía tener remordimiento, ni siquiera parecía que le importará, él veía a Ginny como si de una mosca molesta se tratará.

Su rostro estaba neutral, pero sus ojos, reflejaban un toque de gracia.