𝕃𝕠𝕤 𝔻𝕠𝕤 ℙ𝕠𝕥𝕥𝕖𝕣𝕤 𝔸𝕡𝕖𝕤𝕥𝕒𝕟

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

—Hola—los saludé, montrandoles una pila de tostadas envueltas en una servilleta—. Les he traído esto...¿Quieren dar un paseo?—

Acababa de encontrarme de cara con Harry y Hannah, quienes traspasaron el retrato de la señora Gorda.

—Buena idea.—me contestó Hannah, agradecida.

Bajamos la escalinata, donde nos encontramos con Hermione, había tenido la misma idea que yo y había ido a buscar mis hermanos para charlar con ellos sobre lo sucedido ayer.

Cruzamos aprisa el vestíbulo sin desviar la mirada hacia el Gran Comedor y pronto recorríamos a zancadas la explanada en dirección al lago, donde estaba anclado el barco de Durmstrang, que reflejaba en la superficie una mancha oscura.

Era una tarde fresca, y no dejamos de movernos, masticando las tostadas, mientras Hannah y Harry nos contaban qué era exactamente lo que había ocurrido después de abandonar la noche anterior la mesa de Gryffidor.

Para alivió de Hannah y Harry, Hermione aceptó sus versiones sin un asomó de duda.

—Bueno, estaba segura de que ustedes no se habían propuesto—declaró cuando ellos terminaron de relatar lo sucedido en la sala—. ¡Si hubieran visto la cara que pusieron cuando Dumbledore leyó sus nombres! Pero la pregunta es, ¿quién lo hizo?  Por qué Moody tiene razón, chicos. No creó que ningún estudiante pudiera hacerlo... Ninguno sería capaz de burlar el cáliz de fuego, no de traspasar la raya de...—

—¿Han visto a Ron?—le interrumpió Harry, mirándonos a ambas con intensidad.

Hermione dudó.

—Eh... sí... está desayunando...—dije.

—¿Sigué pensando que Hannah y yo echamos nuestros nombres en el cáliz?—

—¡¿Qué?! ¿Ron, creé que pusimos nuestros nombres en el cáliz?  ¿En serio él cree eso?—dijo Hannah con desilusión

—Sí, eso me reclamó anoche.—dijo Harry rencoroso.

—Bueno, no... no creo... no en realidad—contestó Hermaione con cautela.

—Sí.—dije a la vez que Hermione.

—¿Qué quieres decir «no en realidad»?—cuestionó Hannah agresivamente.

Hermione volvió a dudar, miró fijamente el lago.

—¡Ay, chicos!, ¿es que no se dan cuenta? ¡Está celoso!—les dije.

—¿Celoso?—repitió Harry sin dar crétido a sus oídos—. ¿Celoso de qué? ¿Es que le gustaría hacer el ridículo delante de todo el colegio?—

—Miren—empezó a explicarles Hermione armándose de paciencia—, siempre son ustedes los que acaparan la atención, lo saben bien. Se que no es culpa suya—se apresuró a añadir, viendo que Harry y Hannah abrían la boca para replicar—, sé que no lo van buscando... pero el caso es que Ron tiene en casa todos esos hermanos con los que competir, y ustedes son sus mejores amigos, y son famosos. Cuando los ven a ustedes, nadie se fija en él, y él lo aguanta, nunca se queja. Pero supongo que esto ha sido la gota que colma el vaso...—

Me sentía identificada con Ronald.

—Genial—dijo Hannah con amargura—, realmente genial. Dile de nuestra parte que nos cambiamos con él y con cualquier otro que quería participar cuando quiera. Dile que por mí encantada... Verá lo que es que todo el mundo se quede mirando su cicatriz de la frente con la boca abierta a donde quiera que vaya...—

—No pienso decirle nada—replicó Hermione—. Diganselo ustedes. Es la única manera de arreglarlo...—

—¡No voy a ir detrás de él para ver si madura!—estalló Hannah.

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora