𝔹𝕒𝕘𝕞𝕒𝕟 𝕪 ℂ𝕣𝕠𝕦𝕔𝕙

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Me libre del peso de Hanna y me quede un rato en el suelo, recuperando las fuerzas y el aliento.

Vi una mano delante de mí y la agarré, dejando que la fuerza de Diggory me levantará del suelo.

-Gracias...-dije y el chico asintió con la cabeza, volviéndose para ayudar a levantar a Hanna del suelo.

Habíamos llegado a lo que, a través de la niebla, parecía un páramo.

Delante de nosotros había un par de magos cansados y de aspecto malhumorado.

Uno de ellos sujetaba un reloj grande de oro, el otro, un grueso
rollo de pergamino y una pluma de ganso.

Los dos vestían como muggles, aunque con muy poco acierto, el hombre del reloj llevaba un traje de tweed con chanclos hasta los muslos y su compañero llevaba falda escocesa y poncho.

-Buenos días, Basil.-saludo el señor Weasley, agarrando la bota y entregandosela en mano al mago de la falda, que la echó a una caja grande de trasladores usados que tenía a su lado.

Vi en la caja un periódico viejo, una lata vieja de cerveza y un balón de fútbol pinchado.

-Hola, Arthur. Has librado hoy, ¿eh? Qué bien viven algunos. Nosotros llevamos aquí toda la noche... Será mejor que salgan de ahí, hay un grupo muy númeroso que llega a las cinco y quince del Bosque Negro. Esperen... voy a buscar dónde están... Weasley... Weasley...-respondió Basil con voz cansina, mientras consultaba la lista del pergamino. -Está a unos cuatrocientos metros en aquella dirección. Es el primer prado al que llegan. El que está a cargo del campamento se llama Roberts. Diggory... segundo prado... Pregunta por el señor Payne.-informó.

-Gracias, Basil.-dijo el señor Weasley, y nos hizo una seña para que lo siguiéramos.

Nos encaminamos por el páramo desierto, incapaces de ver gran cosa a través de la niebla.

Después de unos veinte minutos encontramos una casita de piedra junto a una verja.

Al otro lado, vislumbre las formas fantasmales de miles de tiendas
dispuestas en la ladera de una colina, en medio de un vasto campo que se extendía hasta el horizonte, donde se divisaba el oscuro perfil de un bosque.

Nos despedimos de los Diggory y nos encaminamos a la puerta de la casita.

Hanna se acercó a mí con una sonrisa tonta y la mirada perdida.

-¿Y a ti que te pico?-Le pregunté.

-Cedric Diggory me toco la mano...-

-¡Aaaaw! ¡Que asombro, Lily!-dije dramáticamente-. Es una clara demostración de su eterno amor. Ya que seguramente ese contacto físico no se lo ha dado a nadie nunca.-dije irónicamente.

-No seas aguafiestas. No todas tenemos el privilegio que tienes tú, no ha todas nos ha dado su chamarra.-dijo, señalandome con un dedo acusador.

-¡Cierto!-dije acordándome que aún la tenía puesta.-¡Diggory...!-pero cuando me volví el chico ya había desaparecido junto con su padre.-Tendré que buscarlo después para entregársela.-

-¡Vaya, pero que buena excusa!-me dio una sonrisa coqueta

-No es una excusa, Lily...-

-¿Pará qué buscas a Diggory, Pulgarcita?-me interrumpieron Fred y George.

-Para entregarle su chamarra.-explique.

-Si vimos que le aceptaste su chamarra, ¿por qué?-

-Tenía frío y el me la ofreció, es todo.-expliqué sin darle mucha importancia.

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora