𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)

𝕃𝕒𝕤 𝕊𝕒𝕖𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔽𝕦𝕖𝕘𝕠 𝕪 𝕖𝕝 𝕄𝕖𝕕𝕒𝕝𝕝𝕠𝕟

~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞~

-Harry, Hanna tienen un aspecto horrible.-Les dijo Ron

Hanna y Harry no habían podido pegar el ojo hasta el amanecer.

Al despertarse, habían hallado los dormitorios desiertos, se habían vestido y bajado las escaleras de caracol hasta la Sala Común, donde no había nadie más que Ron, que se comía un sapo de menta y se frotaba el estómago, y Hermione, que había extendido sus deberes por tres meses.

-¿Dónde está todo el mundo?-Preguntó Harry.

-¿Y Lyra?-Interrogó Hanna, mirando a Hermione.

-No lo sé, creó que afuera en los jardines. Nunca hace caso. Un dementor la puede atacar-dijo Hermione con voz reclamatoria.

-¡Se han ido! Hoy empiezan las vacaciones, ¿no te acuerdas? Es ya casi hora de comer. Pensábamos ir a despertarlos dentro de un minuto.-dijo Ron mirando detenidamente a Hanna y Harry.

Harry y Hanna se sentaron en unos sillones a lado del fuego.

Al otro lado de la ventana la nieve seguía cayendo.

Crookshanks e Isis estaban extendido delante del fuego, como un felpudo de pelo canela y un felpudo de pelo blanco con sutiles tonos cremitas.

-Es verdad que no tienen buen aspecto, ¿saben?-dijo Hermione mirándoles la cara con preocupación.

-Estamos bien.-dijeron ambos.

-Escuchen, chicos. Deben de estar realmente disgustados por lo que oímos ayer. Pero no deben hacer ninguna tontería.-dijo Hermione, cambiando con Ron una mirada.

-¿Cómo que?-Preguntaron ambos.

-Como ir detrás de Black.-Les dijo Ron tajante.

Harry y Hanna se dieron cuenta de que habían ensayado aquella conversación mientras ellos estaban dormidos.

Ninguno de los dos dijo nada.

-No harán nada, ¿verdad que no, chicos?-dijo Hermione.

-Porque no vale la pena morir por Black.-dijo Ron.

Hanna y Harry lo miraron.

No entendían nada.

-¿Saben que vemos y oímos cada vez cada que se acerca un dementor?-Ron y Hermione negaron la cabeza con temor.-Oímos a nuestra madre que grita e implora a Voldemort. Y si ustedes escucharán a sus madres gritando de ese modo, a punto de ser asesinada, no lo olvidarían tan fácilmente. Y si descubrieran que alguien que en principio era amigo suyo la había traicionado y le había enviado a Voldemort...-

-No pueden hacer nada. Los dementores atraparan a Black, lo mandarán otra vez a Azkaban... ¡y se llevará su merecido!-dijo Hermione con aspecto afligido.

-Ya oiste lo que dijo Fudge. A Black no le afecta Azkaban como a la gente normal. No es un castigo para él como lo es para los demás.-

-Entonces, ¿que pretenden?. ¿Acaso quieren... matar a Black?-Preguntó Ron con voz temblorosa.

-No sean tontos. Hanna y Harry no quieren matar a nadie, ¿verdad que no, chicos?-dijo Hermione con miedo.

Harry y Hanna volvieron a quedarse callados.

No sabían que pretendían.

Lo único que sabían es que la idea de no hacer nada mientras Black estaba libre era insoportable.

-Malfoy sabe algo.-dijo Hanna de pronto.-¿Se acuerdan de los que nos dijo en la clase de pociones? «Pero en su caso, yo buscaría venganza. Lo cazaría yo mismo.»