𝔼𝕝 𝕋𝕣𝕒𝕤𝕝𝕒𝕕𝕠𝕣

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Cuando, en la habitación de Ginny, la señora Weasley me zarandeo para despertarme, me pareció que me acababa de acostar.

-Es la hora de irse, Heaven, cielo.-Me susurró, dejándome para ir a despertar a Ginny.

Afuera todavía estaba oscuro.

Ginny decía algo incomprensible mientras su madre la levantaba.

Me senté en la cama, más dormida que despierta.

A los pies del colchón vi dos formas despeinadas que surgían de sendos líos de mantas.

Cuando la señora Weasley salió de la habitación, las cuatro nos volvimos a lanzar al colchón, me acomodé en él y me volví a dormir.

La señora Weasley, nuevamente nos despertó, pero cuando salió, otra vez nos acostamos a dormir.

Escuché un fuerte y repentino golpe, que me despertó de un sobresalto.

-¡Niñas, levántese o se irán sin desayunar! ¡Los chicos ya bajaron a desayunar, y se acabarán la comida! ¡Levántense!-dijo con voz potente y un gesto que daba miedo.

-Sí, mamá, ya estamos. Sólo espera un poquito y por favor detén a esos gordos de comerse toda la comida...-dijo Ginny entre bostezos.

Las cuatro bajamos la escalera camino a la cocina.

El señor Weasley, los gemelos, Ronald y Harry se encontraban sentados a la mesa, conversando animadamente mientras desayunaban.

El señor Weasley, llevaba lo que parecía un jersey de golf y unos vaqueros muy viejos que le venían algo grandes y que sujetaba a la cintura con un grueso cinturón de cuero, creó que intento vestirse como un muggle.

-¿Por qué nos hemos levantado tan temprano?-Preguntó Ginny, frotándose los ojos y sentándose a la mesa.

-Tenemos por delante un pequeño paseo-explicó el señor Weasley.

-¿Paseo? ¿Vamos a ir andando hasta la sede de los Mundiales?-pregunté extrañada.

-No, no, eso está muy lejos. Sólo hay que caminar un poco. Lo que pasa es que resulta difícil que un gran número de magos se reúnan sin llamar la atención de los muggles. Siempre tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de viajar, y en una ocasión como la de los Mundiales de quidditch...-repusó el señor Weasley, sonriendo.

-¡George!-Exclamó bruscamente la señora Weasley, sobresaltando a todos.

-¿Qué?-preguntó George, en un tono de inocencia que no engañó a nadie.

-¿Qué tienes en el bolsillo?-

-Nada.-

-¡No me mientas!. ¡Accio!-La señora Weasley apuntó con la varita al bolsillo de George.

Varios objetos pequeños de colores brillantes salieron zumbando del bolsillo de George, que en vano intentó agarrar algunos, ya que se fueron todos volando hasta la mano extendida de la señora Weasley.

-¡Les dijimos que los destruyeran! ¡Les dijimos que se deshicieran de todos! ¡Vacíen los bolsillos, vamos los dos!-Exclamó, furiosa, la señora Weasley, sosteniendo en la mano lo que, sin lugar a dudas, eran más caramelos longuilinguos.

Estaba sentada a lado de Fred, quien me tiro algunos caramelos, antes de que su madre se los arrebatará.

Fue una escena desagradable.

Evidentemente, los gemelos habían tratado de sacar de la casa, ocultos, tantos caramelos como podían, y la señora Weasley tuvo que usar el encantamiento convocador para encontrarlos todos.

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora