𝔼𝕝 ℝ𝕖𝕘𝕣𝕖𝕤𝕠 𝕕𝕖 ℂ𝕒𝕟𝕦𝕥𝕠

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Una de las mejores consecuencias de la prueba fue que después todo el mundo estaba deseando conocer los detalles de lo ocurrido bajo el agua, lo que supuso que por una vez Ronald compartiera el protagonismo con Hannah y Harry.

Note que la versión que Ronald daba de los hechos cambiaba sutilmente cada vez que los contaba.

Al principio dijo lo que parecía ser más o menos la verdad, por lo menos, coincidía con la versión que recordaba.

Dumbledore nos había reunido en el despacho de la profesora McGonagall a todos los futuros rehenes y, después de asegurarnos que no nos pasaría nada y que despertaríamos al salir del agua, nos había dormido mediante una pocima.

Una semana después, sin
embargo, Ronald contaba un emocionante relato de secuestro en el que se enfrentaba él solo a cincuenta tritones armados hasta los dientes, que habían tenido que reducirlo antes de poder atarlo.

No sé si era por la pocima que tomamos, pero yo no recordaba que fuera así.

—Pero yo tenía la varita oculta en la manga —le aseguraba a Padma Patil, que parecía haberse vuelto más amable con Ronald cuando éste se convirtió en el centro de
atención, y le hablaba cada vez que se cruzaba con él por los corredores—. Si hubiera querido, podría haber raptado yo a esos atontados. —

—¿Cuándo los ibas a raptar? ¿Mientras se mondaban de risa? —le preguntó Hermione mordazmente.

Estaba muy irritable porque le tomaban mucho el pelo a propósito de que fuera ella la persona a la que Viktor Krum más valoraba.

Ronald enrojeció hasta las orejas, y en adelante retomó la primera versión de los hechos.

(...)

Había empezado marzo, y el tiempo se hizo más seco, pero un viento terrible parecía despellejarnos las manos y cara cada vez que salíamos del castillo.

Había retrasos en el correo porque el viento desviaba a las lechuzas del camino.

La lechuza parda que Harry había enviado a Sirius con la fecha del permiso para ir a Hogsmeade volvió el viernes por la mañana a la hora del desayuno con la mitad de las plumas revueltas.

En cuanto Harry le desprendió la carta de Sirius se escapó, temiendo que la enviaran otra vez.

La carta de Sirius era casi tan corta como la anterior:

Vayan al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade (más allá de Dervish y Banges) el sábado a las dos en punto de la tarde. Lleven toda la comida que puedan.

—¡No habrá vuelto a Hogsmeade!—exclamó Ronald, sorprendido.

—Eso parece —observó Hermione.

—No puedo creerlo —dijo Harry muy preocupado—. Si lo atrapan...—

—Hasta ahora no lo han conseguido —le recordé para tranquilizarlo—. Y el lugar ya no está lleno de dementores.—

Leí la carta nuevamente, pensando.

La verdad era que quería volver a ver a Sirius.

De forma que fuimos a la última clase de la tarde (doble hora de Pociones) mucho más contentos de lo normal.

Draco, Cosa uno y Cosa dos habían formado un corrillo a la puerta de la clase con la pandilla de chicas de Slytherin a la que pertenecía Pansy Parkinson.

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora