~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~
Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, a menos que se cuente como tal el que Neville dejara que se fundiera su sexto caldero en clase de Pociones.
El profesor Snape, que durante el verano parecía haber acumulado rencor en cantidades nunca antes conocidas, castigó a Neville a quedarse después de clase.
Al final del castigo, Neville sufría un colapso nervioso, porque el profesor Snape lo había obligado a destripar un barril de sapos cornudos.
—Ustedes, saben porqué Snape está de tan mal humor, ¿verdad?—nos dijo Ronald a mis hermanos y a mí, mientras observamos cómo Hermione enseñaba a Neville a llevar acabo el encantamiento antigrasa para quitarse de las uñas los restos de tripa de sapo.
—Sí.—
—Por Moody.—
Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de profesor de Artes Ocusras, y era el cuarto año consecutivo que se le escapaba de las manos.
Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca se había esforzado en disimularlo.
No obstante, parecía especialmente cauteloso a la hora de mostrar cualquier indicio patente de animosidad contra Ojoloco Moody.
Desde luego, cada vez que los veía juntos (a la hora de las comidas, o cuando coincidían en los corredores), me llevaba la clara impresión de que Snape rehuía los ojos de Moody, tanto el mágico como el normal.
—Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿no creen?—dije, pensativa, analizando el extraño comportamiento del pocionista.
—¿Te imaginas que Moody convierte a Snape en un sapo cornudo y lo hace botar por toda la mazmorra?—dijo Hannah, con lágrimas de risa en los ojos.
(...)
Parecía ser la única de cuarto curso (sin contar a Draco) en no compartir las ganas de asistir a la primera clase de Moody, pero aún así, y por convivir con mis hermanos y Ronald, el jueves, después de comer, llegamos muy temprano.
Pero no hice cola a la puerta del aula cuando la campana aún no sonaba como habían hecho todos los Gryffidor's, en cambio me recargue en un pilar, saque mi cuaderno de dibujo, intentado soslayar mis preocupaciones y sentimientos.
—Vengo de la...—escuché la voz de Hermione.
—... biblioteca—adivinó Ronald.—Date prisa o nos quedaremos con los peores asientos. Heaven, apresúrate, ven...—apuró con desesperación.
Y Hannah, Harry y Ronald me apresuraron a ocupar cinco sillas delante de la mesa del profesor.
Sacaron sus ejemplares de Las Fuerzas Oscuras, Una Guía Para la Autoprotección, y aguardaron en un silencio poco habitual.
—¿Qué bicho les pico?—cuestioné mirándolos recelosamente.
No tardamos en oír el peculiar sonido sordo y seco de los pasos de Moody provenientes del corredor antes de que entrara en el aula, tan extraño y aterrorizador como siempre.
Entreví la garra en que terminaba su pata de palo, que sobresalía por debajo de la túnica.
—Ya pueden guardar los libros—gruñó, caminando ruidosamente hacía la mesa y sentándose tras ella—. No los necesitarán para nada.-
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𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)
Hayran KurguLa niña nacerá en el minuto en que las constelaciones de Draco y Lyra en el cielo estarán, pero junto a ellos la marca tenebrosa aparecerá, a la niña dos destinos la esperarán. Uno junto al dragón que la cuidara, su eterno amor y su lealtad le dará...