𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)

𝔼𝕃 𝔹𝕒𝕚𝕝𝕖 𝕕𝕖 ℕ𝕒𝕧𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕝𝕝

~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Me quedé allí, en medio del bullicio del baile.

Suspiré pesadamente y salí de la pista.

¿Por qué tienen que decir lo que sienten? ¿Por qué no se comen sus emociones y sólo continúan con sus vidas? No es difícil…

—¿Qué hay?—les pregunté a Harry y Ronald, tomando una cerveza de mantequilla, sentandome y abriendo la botella.

—Hola...—

Ronald no respondió.

No quitaba ojo a Hermione y a Krum, que bailaban cerca de nosotros.

Padma estaba sentada con las piernas y los brazos cruzados, moviendo un pie al compás de la música.

De vez en cuando le dirigía una mirada asesina a Ronald, que no le hacía el menor caso.

Parvati estaba sentada junto a Harry, quién observaba a Chang y a Diggory.

Al cabo de unos minutos se le acercó el chico de Beauxbatons para preguntarle si quería bailar con él.

—No te importa, ¿verdad, Harry?—le preguntó Parvati.

—¿Qué? —dijo Harry, sin despegar la vista de Chang y Cedric.

—Olvídalo —le espetó Parvati, y se marchó con el chico de Beauxbatons.

No volvió a terminar la canción.

Miré a Hannah y a Fred, los cuales bailaban de forma tan entusiasta que la gente se apartaba por miedo a resultar herida.

Sonreí con diversión al verlos.

Mi mirada nuevamente se volvió hacia Draco y Pansy, quienes todavía continuaban bailando.

Draco llevaba a Pansy con una elegancia innata, mientras ella reía de algo que él acababa de decir.

—Hola —saludó Harry a Hermione.

Ronald no dijo nada.

—Hace calor, ¿no? —comentó Hermione abanicándose con la mano—. Viktor acaba de ir por bebidas.—

—¿Viktor?—dijo Ronald con furia contenida—. ¿Todavía no te ha pedido que lo llames «Vicky»?—

Hermione lo miró sorprendida.

—¿Qué te pasa?—le preguntó.

—Si no lo sabes, no te lo voy a explicar —replicó Ronald mordazmente.

Hermione interrogó con la mirada a Harry, que se encogió de hombros

—Ron, ¿qué...?—

—¡Es de Durmstrang! —soltó Ronald—. ¡Compite contra Harry y Hannah! ¡Contra Hogwarts! Tú, tú estás... —Ronald estaba obviamente buscando palabras lo bastante fuertes para describir el crimen de Hermione —¡Confraternizando con el enemigo, eso es lo que estás haciendo!—

Hermione se quedó boquiabierta.

—¡No seas idiota!—contestó al cabo—. ¡El enemigo! No comprendo... ¿Quién era el que estaba tan emocionado cuando lo vio llegar? ¿Quién era el que quería pedirle un autógrafo? ¿Quién tiene una miniatura suya en el dormitorio?—

Ronald prefirió no hacer caso de aquello.

—Supongo que te pidió ser su pareja cuando los dos estaban en la biblioteca.—

—Sí, así fue—respondió Hermione, y sus mejillas, que estaban ligeramente subidas de color, se pusieron de un rojo brillante—. ¿Y qué?—

—¿Qué pasó? ¿Intentaste afiliarlo a la P.E.D.D.O.?—