𝔼𝕝 𝕖𝕣𝕣𝕠𝕣 𝕕𝕖 𝕥í𝕒 𝕄𝕒𝕣𝕘𝕖

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Cuando Harry, Hanna y yo bajamos a desayunar a la mañana siguiente, nos encontramos a los Dursley ya sentados a la mesa de la cocina.

Veían la televisión en un aparato nuevo, un regalo que le habían hecho a Dudley al volver a casa después de terminar el curso, porque se había quejado a gritos del largo camino que tenía que recorrer desde el frigorífico a la tele de la salita.

Dudley que había pasado la mayor parte del verano en la cocina, con los ojos de cerdito fijos en la pantalla y sus cinco papadas temblando mientras engullía sin parar.

Me senté entre Hanna y tía Petunia, una mujer huesuda, con cara de caballo y cuello largo y delgado.

Lejos de desearnos un feliz cumpleaños, ninguno de los Dursley dio muestra alguna de haberse percatado de que acabábamos de entrar en la cocina, pero ya estábamos demasiado acostumbrados para ofendernos.

Me serví una tostada y mire al presentador de la televisión, que informaba sobre un recluso fugado.

"Tenemos que advertir a los telespectadores de que Black va armado y es muy peligroso. Se ha puesto a disposición del público un teléfono con línea directa para que cualquiera que lo vea pueda denunciarlo."

-No hace falta que nos digan que no es un buen tipo. ¡Fíjense en que pinta, vago asqueroso! ¡Fíjense que pelo!-Resopló tío Vernon echando un vistazo al fugitivo por encima del periódico.

Lanzó una mirada de asco hacia donde estaba Harry y hacia mí.

-Aún no entiendo por que te hiciste eso en el cabello. Sólo te lo estropeaste.-Tía Petunia aún no lo superaba.

Tenía razón cuando creí que se molestaría por haberme cortado el cabello.

Apenas crucé el muro de ladrillos, y me encontré con Tía Petunia, ella me arremetió sobre el aspecto de mi cabello.

-No sé por qué te molestas tanto, va a crecer, es cabello.-dije dándole una mordida a mi tostada.

-Tiene un aspecto horrible, antes no estaba así. ¿Crees qué con el aspecto que tiene tu cabello vas a ganar algún concurso?-Preguntó molesta.

-Gané el de este año. Con todo y el aspecto de mi cabello.-Señalé.

Tía Petunia no dijo nada y puso su atención a la televisión, nuevamente ignorando nuestra presencia.

Honestamente, comparados con el hombre de la televisión, cuya cara demacrada aparecía circundada por una revuelta cabellera que le llegaba hasta los codos, el cabello de Harry y mío parecía muy bien arreglado.

Volvió a aparecer el presentador.

"El ministerio de Agricultura y Pesca anunciará hoy..."

-¡Un momento! ¡No nos has dicho de donde se ha escapado ese enfermo! ¿Qué podemos hacer? ¡Es un lunático podría estar acercándose ahora mismo por la calle!-Ladró tío Vernon, mirando furioso al presentador.

Tía Petunia se dio la vuelta y escudriño atentamente por la ventana de la cocina.

Sabía que a tía Petunia le habría encantado llamar a aquel teléfono directo.

Era la mujer más entrometida del mundo, y pasaba la mayor parte del tiempo espiando a sus vecinos, que eran aburridísimos y muy respetuosos con las normas.

-¡Cuándo aprenderán que la horca es la única manera de tratar a esa gente!.-dijo tío Vernon, golpeando la mesa con su puño grande y amoratado.

°Aún no he abierto el regalo de Draco. Tengo que comerme el pastelillo antes que se descomponga. ¡Él me beso...!°

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora