𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)

𝔼𝕝 𝕍𝕒𝕤𝕒𝕝𝕝𝕠 𝔻𝕖 𝕃𝕠𝕣𝕕 𝕍𝕠𝕝𝕕𝕖𝕞𝕠𝕣𝕥

~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

Hermione dio un gritó.

Black se puso en pie de un salto.

Harry y Hanna igual saltaron como si hubieran recibido una descarga eléctrica.

-He encontrado esto al pie del sauce boxeador. Muchas gracias, Potters, me ha sido muy útil.-dijo Snape, arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita.

Snape estaba casi sin aliento, pero su cara rebosaba sensación de triunfo.

-Tal vez se estén preguntando cómo he sabido que estaban aquí. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la poción esta noche y como no encontré a la señorita Heaven, me toco llevarte una copa. Fue una suerte. En tu mesa había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Te vi correr por el pasadizo.-dijo con los ojos relampagueantes.

-Severus...-Comenzó Lupin, pero Snape no lo oyó.

-Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvieran el valor de utilizar este lugar como escondrijo.-dijo.

-Brillante, Snape-dijo Black-. Volviste a emplear tu mente aguda y como siempre equivocaste la conclusión, ¿no? Y ahora si nos disculpas, Remus y yo tenemos un asunto pendiente...-

-Dame una razón, te lo suplico.-Dijo Snape, amenazando a Black con la varita.

-Severus, no seas tonto.-dijo Lupin, acercándose a ambos.

-No puede evitarlo ahora.-Verbalizó Sirius, acercándose a Snape y haciéndose el chulito.

-Sirius, cállate.-Demandó, mirando mal a Black.

-¡Cállate tu Remus!-dijo a la defensiva, como si fuera un niño peleando con otro niño.

-Escuchense los dos, pelean igual que un viejo matrimonio.-

-¿Porque no mejor te vas a jugar con tu juego de química, he?-Soltó Sirius.

-Ya, Sirius-Le dijo Lupin, obligándolo a tranquilizarse-. Te equivocas, Severus-dijo Lupin, hablado aprisa-. No lo has oído todo. Puedo explicarlo. Sirius no ha venido a matar a Harry y Hanna, y mucho menos a Heaven.-dijo Lupin, regresando al tema anterior, antes de su infantil pelea.

-Dos más para Azkaban esta noche. Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licántropo doméstico...-dijo Snape, con los ojos llenos de odio.

-Idiota-dijo Lupin en voz baja-. ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por una pelea de colegiales?-Preguntó.

¡PUM!

Del final de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas, semejantes a serpientes, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de Lupin.

Este perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse.

Con un rugido de rabia, Black se abalanzó sobre Snape, pero Snape apuntó directamente a sus ojos con la varita.

-Dame un motivo.-Susurró-Dame un motivo y te juró que lo haré.-Lo volvió a amenazar.

Black se detuvo en seco.

Era imposible decir qué rostro irradiaba más odio.

Me quedé paralizada, sin saber que hacer, mirando a los tres sujetos, no sabía que estaba ocurriendo, pero, lo que si sabia, era que las cosas no acabarían bien.