𝔼𝕝 𝕡𝕖𝕣𝕣𝕠 𝕕𝕖 𝕥𝕣𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕓𝕖𝕫𝕒𝕤

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~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

—Perfecto —dijo en tono sombrío Harry—. Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre
una escoba delante de Malfoy.—

Las lecciones de vuelo comenzarían el jueves y Gryffindor y Slytherin aprenderían juntos.

Sabía que Harry deseaba aprender a volar más que ninguna otra cosa.

—No sabes aún si vas a hacer un papelón —dijo razonablemente Ronald—. De todos modos, sé que
Malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.—

La verdad es que Malfoy hablaba mucho sobre volar.

Se quejaba en voz alta porque los de primer año nunca estaban en los equipos de quidditch y contaba largas y jactanciosas historias, que siempre acababan con él escapando de helicópteros pilotados por muggles.

Pero no era el único: por la forma de hablar de Seamus Finnigan, parecía que había pasado toda la infancia volando por el campo con su escoba.

Hasta Ronald podía contar a quien quisiera oírlo que una vez casi había chocado contra un planeador con la vieja escoba de Charles.

Todos los que procedían de familias de magos hablaban
constantemente de quidditch.

Ronald ya había tenido una gran discusión con Dean Thomas sobre fútbol.

Ronald no podía ver qué tenía de excitante un juego con una sola pelota, donde nadie podía volar.

Y Harry nos contó a Hannah y a mí que había descubierto a Ronald tratando de animar un cartel de Dean en que aparecía el equipo de fútbol de West Ham, para hacer que los jugadores se movieran.

Hannah se encontraba emocionadicima y esperaba que el día de la clase de vuelo llegará lo antes posible.

Neville no había tenido una escoba en toda su vida, porque su abuela no se lo permitía.

Pensé que ella había actuado correctamente, dado que Neville se las ingeniaba para tener un número extraordinario de accidentes, incluso con los dos pies en tierra.

Hermione Granger estaba casi tan nerviosa como Neville con el tema del vuelo.

Eso era algo que no se podía aprender de memoria en los libros, aunque lo había intentado.

En el desayuno del jueves, aburrió a todos con estúpidas notas sobre el vuelo que había encontrado en un libro de la biblioteca, llamado Quidditch a través de los tiempos.

Neville estaba pendiente de cada palabra, desesperado por encontrar algo que lo ayudara más tarde con su escoba, pero todos los demás nos alegramos mucho cuando la lectura de Hermione fue interrumpida por la llegada del correo.

No habíamos recibido una sola carta desde la nota de Hagrid.

La lechuza de Malfoy siempre le llevaba de su casa paquetes con golosinas, que el muchacho
abría con satisfacción en la mesa de Slytherin.

Un lechuzón entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela.

Lo abrió excitado y nos enseñó una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

—¡Es una recordadora! —explicó—. La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. Miren, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja… oh… —se puso pálido, porque la recordadora súbitamente se tiñó de un brillo escarlata—… es que has olvidado algo…—

𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora