𝓗𝓮𝓪𝓿𝓮𝓷 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻 (Draco Malfoy)

𝕃𝕠𝕤 𝔻𝕖𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠𝕣𝕖𝕤

~𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧~

A la mañana siguiente, me desperté por los ululeos ruidosos de Hedwig.

Harry intentaba meter a Hedwig a su jaula, pero esta se negaba.

-James, hola-dije bostezando.

-Lyra, Hola. Tu té esta en la mesita. Tom te despertó, pero te volviste a dormir.-dijo, mientras intentaba meter a Hedwig a su jaula.

°No me acuerdo de haberme despertado.°

-¿Y Lily?.-Pregunte, mientras me dirigía al baño.

-Bajó.-contestó, todavía seguía intentó convencer a Hedwig.

Me vestí, y justo estaba saliendo del baño cuando Ronald abrió de golpe la puerta y entró enfadado, poniéndose la camisa.

-Cuando antes subamos al tren mejor. Por lo menos en Howgarts puedo alejarme de Percy. Ahora me acusa de haber manchado de té su foto de Penelope Clearwater. Ya sabes, su novia. Ha ocultado la cara baj...-

-¡Ronald!-dije llamando su atención.

Ronald se volvió hacia mí, se puso muy colorido, y se apresuró a colocarse la camisa.

-H... Heaven ¿Qué haces aquí?-Preguntó, sorprendido.

-Duermo aquí.-dije, señalando con la cabeza las dos camas juntas, que estaban desechas y con tres sábanas mal extendidas.

-Aah...-

-No te preocupes, Ronald. Harry siempre se cambia enfrente de Hanna y mío.-dije para tranquilizarlo.

-Tenemos que contarte algo.-Comenzó Harry, pero lo interrumpieron Fred y George, que se asomaron a la habitación para felicitar a Ronald por haber vuelto a enfadar a Percy.

Bajamos a desayunar y encontramos al señor Weasley, que leía la primera página de El Profeta con el entrecejo fruncido, y la señora Weasley, que hablaba a Ginny, Hermaione y a Hanna de un filtro amoroso que había hecho de joven.

Las cuatro se reían con risa floja.

-¿Qué me ibas a contar?-Preguntó Ronald a Harry cuando nos sentamos.

-Más tarde.-murmuró Harry, al mismo tiempo que Percy irrumpía en el comedor.

Con el ajetreo de la partida, tampoco tuvimos tiempo de hablar con Ronald.

Todos estábamos muy ocupados, algunos acomodando sus cosas faltantes, otro buscado sus artículos de broma, otros peleando por una estúpida insignia, que los gemelos tenían, y otros bajando sus baúles por las estrechas escaleras del Caldero Chorreante y apilándolos en la puerta, con Hedwig y Hermes, la lechuza de percy encaramadas en sus jaulas, y un peluche de dragón gigante, que por alguna razón llamaba mucho la atención de los demás huéspedes.

Al lado de los baúles había un pequeño cesto de mimbre que bufaba ruidosamente.

-Vale, Crookshanks, te dejaré salir en el tren.-Susurró Hermaione a través del mimbre.

-No lo harás ¿Y la pobre Scabbers?-dijo Ronald terminantemente.

Se señaló el bolsillo del pecho, donde un bulto revelaba que Scabbers estaba allí acurrucado.

-¿Y por qué nunca he oído que les digas lo mismo a Heaven y Hanna? Isis y Shely igual pueden cazar a Scabbers.-Comentó Hermaione, señalando las jaulas de Shely e Isis.

-Para tu información, Hermaione, ni Isis ni Shely perderían su tiempo cazando a esa Rata.-dije señalando el bolsillo de Ronald.

Era cierto, shely e Isis nunca habían mostrado interés alguno en atacar a Scabbers, ni atención le prestaban.