OMAR.
Entro en el despacho y me siento tras mi escritorio, ya mi hermano está ahí sentado frente a mi puedo ver la molestia que hay en sus ojos.
—Hermano...
—Antes de que empieces con tus sermones quiero que te quede claro algo Harum, todo esto que ha pasado no puede quedar impune y aunque lo que menos quiero ahora es una guerra con los italianos necesitamos dejarles en claro que su muestra de poder no puede sobre pasar las mías. Así que... ya sabes lo que hace un traficante de armas con aquellos que les declaran la guerra, has todo lo posible para que sufran mucho.
—Bien, pero olvidas algo hermano —él se pone de pie y coloca sus manos sobre mi escritorio sin dejar de mirarme fijamente con molestia en ellos —estas poniendo en riesgo nuestra familia con tu insistencia de tener territorio occidental todo para tener a una sonriente mujer que te tiene agarrado de las pelotas.
—¡No te atrevas a volver hablar de mi esposa en esos términos!, ella es mi mujer y tu deber y lealtad a mí también se la debes a ella.
—No tengo nada en contra de tu esposa hermano, pero estas cometiendo una estupidez sin sentido, arriesgas nuestras vidas con una absurda obsesión —dice antes de salir hecho una furia. Últimamente ha estado muy irritado más en fechas próximas de su boda con Hope una relación toxica que ha llegado a niveles de verlos pelear en cada rincón del casino.
Paso mis manos sobre mi rostro con estrés acumulado y pienso un poco en lo que hare a continuación. Busco en mi teléfono el número que me pasaron los hackers hace un tiempo y llamo. En el tercer tono la voz de Pietro Ferretti contesta.
—Ciao...
—Ese fue un ataque innecesario ¿no crees? —tras el teléfono se llena de un crudo silencio por un par de segundos.
—Así que después de todo al fin te dignas a llamar principito —la mano que sostiene el teléfono aprieta el móvil al punto de desear romperlo.
—Quería que llegáramos a un trato pacifico, pero has querido tomarme el pelo explotando mi agencia de modelaje.
—Tu empezaste primero al querer hacer alborotos en mi ciudad, en mi territorio y eso no te lo pienso permitir. Mis tierras no están en venta así que búscate otra de la cual apropiarte —dice antes de colgar.
Cierro mis ojos y respiro profundo, este hombre me tiene agarrado de las putas pelotas, pero pienso vengarme, vengarme del maldito y no saben lo mucho que lo voy a disfrutar.
Salgo de mi despacho dispuesto a salir a tomar un poco de aire en el jardín cuando escucho la voz de mi esposa y la de mi hermana en el salón principal. Camino hacia allá un poco curioso de lo que están haciendo las chicas y cuando me acerco lo suficiente me encuentro a Amaya enseñándole a mi esposa a bailar la danza del vientre.
—¡Me sale horrible y con esta enorme barriga parezco un balón con patas! —la risilla de mi hermana es más que suficiente como para que también me haga reír a mi —¡no te rías Amaya si es la verdad!
—Querida estas embarazada obviamente que no se vera del todo sexy, pero si mueves los brazos junto con los hombros hará que el baile no se vea tan extraño, no exactamente tienes que mover el vientre —ella vuelve a intentar y de solo verla la emoción que emerge en mi es tan intensa que lo único que deseo ahora es ir a por ella y llevarla a nuestra habitación para hacerle el amor.
—Así ya he entendido, ¿crees que cuando dé a luz este chiquillo puedas enseñarme, me gustaría aprender? —la emoción en su voz es más que suficiente como para saber porque quiere aprender. Una sonrisa socarrona aparece en mis labios y sin poder evitarlo ya decido entrar.
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CAER ENTRE LAS SABANAS DE OMAR ABBAR
RomanceGema Moore es una chica estadounidense que ha viajado a Dubái como modelo de la diseñadora Armani Ji, siendo su primer viaje fuera de los Estados Unidos se vio envuelta entre la emoción por esta enorme oportunidad, comienzo de su carrera como modelo...