El enreda sus brazos alrededor de mi cuerpo, sus labios se mueven contra los míos como si estuviese devorando una dulce fresa caramelizada, su lengua toca mi labio inferior haciendo que abra mi boca y la invada con su lengua entrelazándola con la mía. Es irresistible, no puedo controlar esta hambre que tengo, este deseo que me quema por dentro, necesito que me posea que me haga suya en todos los sentidos posibles, es la primera vez que me siento así, cautiva, dispuesta a sentir el calor de un hombre, a querer más que simples miradas.
El sexo, he leído muchos libros eróticos pero ninguno despertó mi interés de saber que se siente ser tocada, pero este hombre, este lindo hombre de ojos preciosas, de sonrisa pícara a encendido el fuego de la pasión, del anhelo y se me es imposible negarme a ello.
—Gírate… —ordena demandante, me giro sin replicar, el baja el cierre del vestido y la parte delantera cae dejando al aire libre mis pechos desnudos. Por instinto me tapo con mi brazos, pero Omar toma de él y me gira dejando a la vista esa parte tan sensible de mi —ahora te da vergüenza que te vea Jawhara —niego.
—No es vergüenza —murmuro con las mejillas encendidas.
—¿Ah no?, bueno…—se pega más a mí y baja por completo el vestido, dejándome solo en bragas y tacones —eres exquisita, como una bella rosa de hermosura impactante y llena de espinas —pasa sus dedos por mi pezón derecho, sacándome un jadeo de satisfacción —tan receptiva habibi —muerdo mi labio inferior y fijo mis ojos en los suyos.
—Tomame… —suplico, el no pierde tiempo y empieza a desnudarse ante mis ojos. No pierdo ningun movimiento, y cada prenda que se quita deja un camino de sorpresa curiosa en mi mirada.
Guapo, fuerte, todo un Adonis; su pecho musculoso está cubierto de un bello oscuro muy fino, no es mucho pero lo hace ver sexy, endemoniadamente delicioso. Suelto un suspiro deseoso, me acerco a él y poso mis manos en su pecho, aun esta vestido con sus pantalones, por lo que lo empujo y le invito a sentarse. Me agacho y le ayudo a quitarse los zapatos junto a las medias, y sin dejar de mirarle mis manos desabrochan su pantalón y lo bajo sin ningún pudor.
La “V” que tiene hace que mi núcleo se moje más, mi centro está húmedo, palpitante, adolorido, y termino de desvestirlo, gozando del olor dulzón que desprende su cuerpo. Miro su miembro erecto aun cubierto por su ropa interior y por un momento pienso en lo mucho que me va a doler si lo dejo tomarme.
—¿Acaso estas dudando? —no respondo. Él toma de mi barbilla alzando mi cabeza para que lo mire a los ojos —dímelo… ¿dudas? —Niego —entonces termina de desvestirme dulzura, es sexy verte sonrojada, deseosa, malditamente encendida.
—Omar… Omar Abbar —murmuro su nombre como un canto de sirena, y sin pensarlo más termino bajando su bóxer negro, liberando a la monstruosidad que tiene entre las piernas.
“JODER”, está dotado, aunque esta sea la primera vez que veo un hombre desnudo.
Relamo mi labio completamente nerviosa, me levanto y alzo mi pie colocándolo encima de su pierna. Él sonríe endiabladamente, toma mi tobillo y desata la banda que ata el tacón, dejando que los sancos mortales caigan al suelo haciendo un ruido seco. Hago lo mismo con el otro quedando así más bajita de lo que era hace unos minutos, él se levanta nuevamente y me toma entre sus brazos para llevarme a la cama.
Me deposita con cuidado sin quitar sus ojos de los míos, acaricia mi piel con sus dedos, comienza a besar mi cuerpo con dulzura, es como si temiera romperme con el mas mínimo movimiento brusco, me trata como un cristal caro y valioso, despertando cada rincón, haciendo que el calor se acumule y la humedad haga de mis labios femeninos una bahía resbalosa.
—Mmm… —gimo gozando de sus dulces besos húmedos.
—Te deseo Gema, no soporto más este sentimiento de querer poseerte y no poder —murmura alzándose sobre mí y apoyando sus brazos a cada lado de mi cabeza para no aplastarme con su cuerpo fornido —quiero follarte duro y sin contemplaciones pero a su vez deseo que este momento sea perfecto para ti, no quiero que lo olvides nunca—susurra en mi oído. Posa su frente sobre la mía —rodea mi cadera con tus piernas —ordena, dudo un poco pero termino cediendo —deseo hacerte el amor Gema —murmura cada palabra como si temiera que me negara —quiero adorar tu cuerpo desnudo con el mio, y aprenderme todos tus secretos, gravarme cada rincón de tu cuerpo, quiero que desees, quiero tomarte entre mis brazos y hundirme dentro de ti, no por minutos, si no durante horas y días —aprisiona mis labios, mordiéndolos, follando mi boca con su legua rebelde, posando su pene en la entrada de mi vagina, enterrándose lenta y dolorosamente en mí.
ESTÁS LEYENDO
CAER ENTRE LAS SABANAS DE OMAR ABBAR
RomanceGema Moore es una chica estadounidense que ha viajado a Dubái como modelo de la diseñadora Armani Ji, siendo su primer viaje fuera de los Estados Unidos se vio envuelta entre la emoción por esta enorme oportunidad, comienzo de su carrera como modelo...