Cuando llegamos al centro comercial nos disponemos a ir en tienda en tienda en busca de ropa cómoda para mí y prendas elegantes para Amaya. Me negué rotundamente a comprar vestidos, aunque Omar insistió mucho para que eligiera uno rojo con pedrería plateada me negué, no lo necesitaba y tampoco me encajaría como quería.
Cuando entramos en la tienda para decoración de interiores había un montón de diseños colores para decorar, aun no sabíamos si sería niña o niño por lo que decidimos por colores neutros como azul claro, blanco, marrón claro y beige. Elegimos un cunero, un moises y algunas sillas y estantes.
Entramos a la tienda de bebés, donde Amaya me ayudo a elegir la ropa del pequeño y Omar se desvive eligiendo los juguetes. Desde que supo de mi embarazo algo dentro de él a cambiado, dicen que para los hombres musulmanes los hijos son la luz y la felicidad de un matrimonio de un hogar, para ellos los hijos son la alegría y la fortaleza.
Poso mi mano sobre mi vientre abultado, falta poco para que el pequeño este en nuestros brazos, este bebé de cierta forma nos ha unido mas y nos ha convertido en una pareja que no crei que nos convertiríamos. Aun tengo la duda en mi corazón, el pensamiento de que he perdido algo esa cosa que me mantenía libre de decidir por mi misma de luchar por mi misma de sentirme útil y orgullosa de mis logros.
Ahora no tengo logros, ya no tengo siquiera la libertad de trabajar ya que no seria tan bien visto gracias a que mi marido es un hombre muy conocido y millonario, “si supieran las personas que le admiran que es un criminal, un traficante de arma”.
—Mira esto cariño, no te parece tierno —miro el conjunto que Amaya me muestra y es amarillo con lunares blancos.
—Me gusta, mételo a la cesta —vuelvo a mirar a mi esposo y lo encuentro hablando con una de las vendedoras. Los celos aparecen de pronto como si no pudiera dominar mi alma como debería. Camino hacia él con mi ceño fruncido, la chica le sonríe con un carisma que me enerva la sangre, Omar le pide opinión sobre que oso debe elegir si el gris o el marrón.
—Señor Abbar me parece que el marrón es muy bonito —tomo del brazo a mi marido y reposo mi cabeza en su hombro.
—Me gusta el gris —digo en el momento en que el iba a aceptar su sugerencia.
—Pero…
—El gris es el que quiero —fijo mi mirada en él y Omar comprende lo que estoy ordenando con la mirada. El asiente con una sonrisa de complicidad en su rostro. Miro a la mujer con mala cara y esta toma el oso y se retira para meterlo en una bolsa.
—Se te han salido las garras pantera mía —dice con burla. Ruedo los ojos, cruzo mis brazos sobre mi pecho y mi barriga abultada.
—Que solo te vea poniéndole los ojos a otra mujer, hay con que me entere que coqueteas siquiera con otra mujer y juro que te corto las pelotas ¡ME ENTIENDES! —amenazo. Él acorta la poca distancia que hay entre nosotros y me rodea con sus brazos, acerca su rostro al mío y murmura muy cerca de mis labios.
—Ten muy presente mi amada esposa que este hombre que está aquí pegadito a ti no tiene ojos para más mujeres que tú, que tu mi bella pantera de pelaje dorado —suelto todo el aire retenido y le correspondo el abrazo que me da —mi dulce Gema, no hay mujer en esta tierra que pueda remplazarte, eres mi mujer la única a quien amo con toda mi alma.
Él termina pagando un montón de prendas de bebé junto con varios juguetes. Los decoradores de interiores irán a la mansión la semana que viene para empezar con la decoración de la habitación de nuestro bebé, que deseo que sea una bonita niña de cabellos castaños oscuro con enormes ojos azules como los de su padre, seria hermoso ver una pequeña versión pequeña de Omar.
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CAER ENTRE LAS SABANAS DE OMAR ABBAR
RomanceGema Moore es una chica estadounidense que ha viajado a Dubái como modelo de la diseñadora Armani Ji, siendo su primer viaje fuera de los Estados Unidos se vio envuelta entre la emoción por esta enorme oportunidad, comienzo de su carrera como modelo...