AMAYA.
La primera vez que lo vi me genero un sentimiento de pertenencia, de tranquilidad, me hizo sentir única en el mundo, única ante sus ojos. Me hizo sentir algo que nunca en mi vida había sentido. Por primera vez quise entregarle mi confianza a alguien diferente, a una persona distinta a mi entorno, que estaba fuera de mi zona de confort y cuando creí que estaba lista para dar el siguiente paso y dejar aun lado mi oscuro pasado él me traiciono.
Pero que podía esperar de alguien que vive en el mismo mundo en el que vivo incluso aún peor.
Ahora estoy aquí encerrada bajo el poder de la mafia italiana. Él hombre que creí bueno y jodidamente hermoso me ha secuestrado y obligado a permanecer bajo su techo junto a mi cuñada embarazada.
Quien lo creería ¿no? Que tonta fui al confiarme por aquella sonrisa preciosa de dientes impolutos, y lo peor de todo es que a pesar de estar aquí al mando del enemigo de mi hermano aun sigo sintiendo ese aleteo molesto en mi estómago, ese sentimiento de atracción que no puedo explicarme ¿Por qué diablos lo siento?
Tocan la puerta dos veces haciéndome sobresaltar al momento. La puerta se abre y de ella desciende el hombre mis delirios.
—Te cuesta dormir principessa —suelto un suspiro y me giro para mirarle a los ojos. ¡Maldición porque tenia que tener unos ojos tan bonitos!
—¿Y eso a ti qué? —respondo secamente. Él se encoje de hombros y acorta la distancia que hay entre nosotros.
—Quizás te acostumbre a desvelarte la mía dolcezza —dice mientras toma uno de mis mechones oscuros entre sus dedos. El simple hecho de que este tan cerca, de que su perfume llene el lugar pone mis bellos de punta y hace que mi corazón retumbe en mi pecho.
Sin quitar mis ojos de los suyos murmuro —¡te odio! —sin esperármelo su mano se hunde en mi cabello tomándolo con fuerza y arrimando mi rostro mas cerca de la suya.
—No lo haces diosa mía —un gemido suave sale de mi garganta en el momento en que su frente se apoya en la mía y sus labios rosan mi mejilla — sei troppo bella e seducente —trago grueso al escuchar su ronca voz tan seductora y malditamente provocadora.
—Déjanos libre —murmuro con la voz apenas audible.
—¡No!, las dos se quedarán aquí hasta que llegue un acuerdo con tu hermano —responde sin dejar de mirarme con aquel fuego en sus ojos, sin separarse ni un centímetro de mi —te quedaras Amaya, te quedaras y cuando eso pase yo te enseñare lo que se siente ser esclava de mi amor —cierro mis ojos completamente mareada, mareada de su olor afrodisiaco, cautiva de su voz de su cuerpo.
No se que me pasaba, mi alma se mantenía insistente y sumisa ante los deseos de este hombre, es como si fuera un imán que atrae metales y yo sea ese metal que es arrastrada en contra de su voluntad hacia él.
—Bellezza della dea —belleza de diosa. Dice antes de presionar sus labios posesivamente contra los míos.
No me resistí, no me aleje, solo disfrute de la fuerza magnética que posee, solo disfrute del calor acumulado en mi bajo vientre. Sus besos, mis brazos rodean sus hombros cayendo abismalmente en su red de seducción. Él me alza con sus brazos y yo rodeo su cintura con mis piernas. No dejamos de besarnos en ningún momento y cuando siento la blanda cama en mi espalda actuó sin pensar en las consecuencias y arrepentimientos.
Lo ayudo a deshacerse de la ropa y el mete sus manos dentro del camisón subiéndolo hasta mi cintura. Él sonríe socarronamente mientras baja su cabeza hacia mi sexo desnudo. Muerdo mi labio inferior cuando besa mi feminidad. Mis dedos se enredan en sus risos suaves y entre jadeos, succiones Leonardo me hace llegar a lo que todos llaman orgasmo.
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CAER ENTRE LAS SABANAS DE OMAR ABBAR
RomanceGema Moore es una chica estadounidense que ha viajado a Dubái como modelo de la diseñadora Armani Ji, siendo su primer viaje fuera de los Estados Unidos se vio envuelta entre la emoción por esta enorme oportunidad, comienzo de su carrera como modelo...