35

5 0 0
                                    

El encuentro sería al día siguiente, por año nuevo, en un restaurante elegante, donde iban todos los famosos, la idea era asegurarnos de ser vistos. Si no eran los paparazis, que prácticamente dormían en la entrada del lugar, quienes filtraran las fotos, algún camarero o persona que pasara por allí lo haría.

Me fue complejo elegir el atuendo que llevaría puesto, era un evento especial y mi guardarropa no se adecuaba a este del todo, por lo que pedí prestado un vestido de Adela, quien por alguna razón tenía una variedad de atuendos de gala colgados en el armario esperando a ser usados algún día.

Tomé un vestido negro muy simple con un solo tirante del lado derecho, no quería esforzarme mucho pero tampoco podía ir con jeans y una camiseta o terminaría comiendo en la vereda con mi carrera destrozada antes de siquiera empezarla.

Salí de la academia y allí me esperaban Marchad y Nana en una limusina. Se habían tomado en serio el hecho de querer ser vistos y ¿quién no vería una limusina en la puerta de una escuela de artes en la víspera de año nuevo?

—Gusto en conocerte—sonrió Nana acercándose a mi para saludarme sin hacer contacto físico para o arruinar su maquillaje

—Hola—dije tratando de no hacer notoria mi incomodidad

Era preciosa, no por nada era modelo, sin duda no había forma en que compitiera con ella, especialmente porque ya me había resignado a que mi vida no era un cuento de hadas.

—Sueño cumplido, iras a cenar con nosotros—interrumpió Marchad

—No seas así—comentó Nana burlona— algún día será actriz, además ya empezó con el pie derecho, la prensa ya la conoce— terminó observándome como un scanner

Quería desaparecer, nunca me había sentido tan incómoda como en ese momento, era como estar con tu ex y su actual novia ¿qué debía hacer? Cualquiera cosa se vería extraña o podría malinterpretarse. Era solo una niña jugando a ser adulta con dos personas que ya hasta tenían planes de formar una familia.

Me limité a sonreír y a responder lo mínimo posible, podía sentir como es que Nana me observaba y pensaba lo mismo que yo "no somos rivales, no tienes la mínima posibilidad de ganar".

Magenta: Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora