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Nos quedamos a solas en el box, me sentía más tranquila sin aquellas dos personas tan poco agradables, pero seguía incómoda, especialmente por lo sucedido en el baño.

—¿En qué piensas? —me preguntó Marchad

Sonreí, algo había cambiado en él, tal vez el hecho de presenciar cómo me trataba su prometida lo había suavizado un poco, pues al inicio de la noche él también fue hostil conmigo.

—Nada, solo que es raro...—lo observé rápidamente y bajé la mirada—jamás imaginé que estaría aquí, y menos contigo—confesé tanteando su reacción

—Si, es extraño—me miró—la vida es rara, uno nunca sabe que vendrá luego

Levanté la mirada del suelo y me crucé con sus ojos, su rostro se hallaba radiante. Estuvimos allí cerca de una hora que se sintió como un segundo. Por fin conocía quién era realmente Marchad Lynn. Si bien tenía sus momentos de arrogante como me había demostrado con anterioridad, también era alguien muy sensible, no por nada escribía canciones tan hermosas. Además, era gracioso sin siquiera intentarlo y aun no entiendo cómo, pero teníamos mucho de qué hablar a pesar de ser personas completamente diferentes en todos los sentidos posibles.

Me hubiese gustado continuar aquel momento para siempre, pero Nana y Kazuki debían empezar a preguntarse qué nos había sucedido por lo que nos levantamos del box y fuimos a bailar. Por unos minutos más, sentí que Marchad y yo éramos los únicos en el lugar, pero mi burbuja de fantasías se rompió cuando escuchamos ya casi era medianoche.

Nos juntamos todos en la barra en el primer piso pues estaban entregando copas de champagne para brindar. Marchad y yo declinamos las continuas ofertas, el por su estilo de vida y yo porque después de la experiencia con el tequila no tenía intenciones de volver a beber al menos lo que restaba de la noche.

La música paró y en las pantallas de todo el local se proyectó una cuenta atrás, cuando marcó cero se escucharon gritos de euforia y brindis de celebración por el inicio del nuevo año. Hecho esto, volteé a observar a Marchad esperando el típico abrazo de felicitación, sin embargo, él ya se hallaba esperando a Nana quien juntó su copa con la de Kazuki y se hallaban en una escena un tanto incómoda de ver.

Al percatarse de esto, Nana soltó el abrazo y se abalanzó contra Marchad plantándole un beso.

—Feliz año—le susurró al oído—ya celebraremos solos tú y yo—continuó, esta vez alzando la voz y girando en mi dirección

Sonreí incómoda y giré la mirada hacia Kazuki, quien me dio palmaditas en el brazo a manera de felicitación.

—Gracias, igualmente—salió de mis labios mecánicamente

Seguido a eso, Marchad le tendió la mano.

—No creas que me olvido de ti—volteó hacia mi—feliz año—sonrió—, aunque las circunstancias para conocernos hayan sido tan extrañas...

Me abrazó y sentí algo muy diferente a las veces anteriores. Parecía que por fin estábamos en paz, era como si abrazara a alguien que conocía de toda la vida y lo viera después de mucho tiempo.

Eso me hizo pensar en Nicholas ¿cómo sería la próxima vez que lo viera?

Magenta: Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora