🔥CAPITULO 8🔥

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EDITADO.

Dedicado a CarolinaCaseres0 y ALE_LOBE

1 mes más tarde...

🔪<<{Izan}>>🔪

Hoy salimos en el jet de mi madre a Japón, Aless tiene una presentación en una academia culinaria, es la invitada de honor en una clase especial de mochis.

Que son unos pastelitos rellenos cocinados al vapor, son muy ricos, pero lo que más me gusta que cocina son los cupcakes.

Hace unos de chocolate que tienen un relleno de crema de dulce de leche que matan.

Y últimamente para la bronca de mis hermanos, soy al único de los tres al que se los hace, lleva un mes haciéndoles la vida imposible.

Si le hablan los ignora, si entran a una habitación ella se va, si cocina algo les convida a todos menos a ellos dos.

Isaac está que hecha humo por los oídos, escuché a nuestros padres quejarse de que trata a todos mal en la empresa de mi madre.

Y mi copia, que decir de él, no está encabronado como el mayor, está dolido, quería que nos acepte a los tres.

Pero ellos se lo buscaron, no entendieron a las buenas que ella no va a ser tratada como objeto, según ellos soy un lamebotas por decir que soy suyo cuando quiero que ella sea mía.

No es así, simplemente comprendí que se merece que la gente pertenezca a ella, no ella a los demás, pareciera que ninguno de los dos se acuerda de dónde la sacó la enana.

Estuvo dos años sufriendo por pertenecer a alguien más, es normal que quiera sentirse dueña de su vida y sus decisiones.

Y es por eso que la apoyó en todo, incluso si eso hace que mis hermanos quieran matarme.

Sí, hablo del viaje a Japón y de lo que significa.

Les conté a Isaac e Iker lo del hombre que estaba en el puesto de hamburguesas con ella, como la hizo sentir, o mejor dicho la falta de inquietud con él.

La loca cabeza de mi hermano considero que ese hombre busco a Aless en internet y se va a aparecer en aquella clase.

Es posible, no hay hombre sobre la tierra que pueda olvidar a una mujer tan hermosa y atrayente como Aless.

Y que me maten si quieren, pero pienso cumplir mi promesa, si ese japonés la hace mínimamente feliz, ya sea como amigo, conocido o en el caso de pareja, la voy a apoyar.

En todo caso la iba a compartir con mis hermanos, no me genera ningún problema compartir un poco del corazón de mi preciosa con él.

Siempre que verifique que es buena persona, que la va a respetar, amar y cuidar, después de eso, acepto todo lo que Aless quiera.

Merece tener todo lo que quiere y si eso lo incluye a él, a otro o a mis hermanos bienvenidos sean.

[•••]

Ver a Aless con una sonrisa, dar la clase es único, la pasión que desborda, la técnica que ha pulido desde hace casi siete años, como parece perdida en los alimentos.

Como si estuviera en otro mundo, solo ella y su cocina.

Me encanta como los alumnos prestan atención a todos sus movimientos, como la admiran y se asombran por su trayectoria en este mundo y su corta edad.

No voy a admitir esto en voz alta, pero como me calienta escucharla hablar Japonés.

Estoy cien por ciento seguro de que mis hermanos están viéndola igual de embobados que yo por las cámaras.

Para ninguno de nosotros es un secreto que nuestra madre tiene un programa que ve todas las cámaras y reflejos del mundo.

Quizás hemos usado varias veces ese programa para ver a Aless en su entrenamiento o en los viajes promocionales de sus libros o viajes como estos de clases especiales.

Que puedo decir, somos un poco... acosadores, pero ¿Quién no lo sería? Es adictiva.

En el momento en que las puertas del establecimiento se abren silenciosamente y mi celular empieza a vibrar con vehemencia por mi cabeza, surge una pregunta.

¿Mi hermano verá el futuro?

Porque no encuentro otra explicación, a que el hombre... ¿Akio? Acabe de entrar y esté caminando hacia mí como si nos conociéramos de toda la vida.

Akio: Hola, hombre, sé que no lo necesitabas, pero me gusta cumplir mis promesas y vine a invitarlos a un tour por la ciudad.

Izan: ¿Cómo sabías dónde estábamos?

Akio: Busqué, Alessandra y Japón en Google y me salió ella y esta clase, así que aquí estoy.

Sí, Isaac es vidente.

Izan: De acuerdo, esperemos que Aless termine su clase y le consultamos si quiere.

Akio: Por supuesto, no me gustaría incomodarla con mi presencia.

Suma un punto.

<<¿Eres un familiar suyo?>>

¿Le digo que sí o que no? Es decir, si soy, pero quiero ser más, ¿o soy más ahora? No sé después del abrazo de hace un mes, lo repetimos casi todos los días, me permite dormir varias veces a la semana con ella.

No pasa más de ahí, y lo respeto, pero me gustaría saber que somos o que no somos, ¿Estará mal si le pregunto?

Alessandra: Es mío.

¿Qué? O sea, sí, ¿Pero lo tenía que decir así como así?

<<Es decir, es mi... novio.>>

¿En serio? ¿Soy eso?

¡Sí! Estoy bailando en mi cabeza.

Mi mirada vuela hacia otro lado, tímido, feliz, un televisor que estaba apagado y nadie está viendo, se prende y letras empiezan a pasar por ella.

«Eres un hombre muerto, hermano.»

Mierda.

Bueno, muero feliz por lo menos y con novia, eso ya es superior a ellos.

Alessandra: Izan, te estoy hablando.

Izan: Perdón, preciosa estaba... nada, dime ¿Qué pasa?

Alessandra: Le estaba diciendo a Akio que hoy estamos muy cansados y como nos quedamos aquí por tres días que mañana podríamos aceptar su tour.

Izan: Claro, lo que mi preciosa novia desee.

Nunca, jamás, la había visto sonrojarse, es tan malditamente tierna, me la comería a besos.

Cuando me deje.

Alessandra. 3°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora