Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)

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Isabella, 21 años, ACTUALIDAD

Estaba otra vez en la parte de atrás de la furgoneta... pero ya no era aquella niña con gafas, ni estaba asustada.
Tenía mi aspecto actual y aunque me movía no podía soltarme la atadura de las manos.
Mire al lado y vi a mi madre, tan guerrera como siempre, luchando  por soltarse y sacarnos de ahí.
Y enfrente mío, estaba él. Con esos ojos azules clavados en los míos, haciéndome sentir nerviosa por la intensidad de ellos...

Y de repente el sonido de un teléfono me despertó de golpe. Me incorporé asustada y busqué el móvil para poder descolgar.

- Buenos días cariño, no me digas que te has olvidado de qué día es hoy. - Mierda, era mi madre. Mire rápido la hora y vi que eran ya las 12:30 de la mañana.

- Hola mamá, que va, justo acabo de salir de la ducha. - La voz me salió menos firme de lo que pretendía, y es que el dolor que tenía en mi cabeza me estaba matando.

- Seguro que si, ¿a qué hora llegasteis ayer Valerio y tú? - Madres, todo lo sabían. Me incorporé mientras me decidía si mentir o decir la verdad y empezaba a salir de la habitación para ir a desayunar algo.

- No muy tarde. - Perfecto, ni mentira ni verdad, eso era algo relativo. - La verdad que me había olvidado completamente que era hoy el aniversario de Amo y Greta mamá, pero te prometo que haré lo posible para estar a tiempo en la comida.

- Creo que tú tía no ha podido contactar con Valerio, sube a buscarlo a su apartamento antes de que le dé un ataque de nervios y, por favor Isabella, intenta no llegar muy tarde.

- No te preocupes, estaremos ahí e intentaremos no ser los últimos, luego te veo mamá, te quiero.

Colgué y dejé a mitad el bol de cereales que me estaba preparando, fui hacia el ascensor y marqué el código de seguridad en el ascensor.
Valerio se había quedado con el apartamento de sus padres y yo después de mucha lucha conseguí que mis padres se mudaran cerca de mis tíos, quedándome así yo con el de ellos.

El ascensor tenía un código de seguridad y solo mi familia cercana y seguridad tenían acceso a él.

- VALERIO, CORRE QUE LLEGAMOS TARDE. - Entre corriendo a su apartamento, y subí hasta su habitación. Como no podía ser de otra forma, estaba en estado inconsciente. No me extraña nada ya que ayer me dejo en casa a las 7 de la mañana y creo que se fue con Primo a seguir la fiesta un buen rato más. A si que ante situaciones extremas, medidas extremas.

- ¿QUÉ HACES ISA? ¿Me quieres matar?.- Sonreí con maldad al ver como se había asustado por toda la luz que entró al abrir las cortinas.

- La que nos va a matar es tu madre si no llegamos a tiempo, hoy es la comida de aniversario de tu hermano y Greta a si que date prisa.

Y con las mismas me fui corriendo otra vez escaleras abajo hacia el ascensor. Yo ya le había despertado, no tenía más tiempo para perder en él.

Desayuné corriendo, me fui directa a la ducha y al salir no sabía que ponerme. No me había dejado absolutamente nada preparado y hoy volvía a verle.

Hace 5/6 años que su existencia me marcó, el día que me secuestro. En el último año y medio le he visto varias veces ya que su prima y el mío se han casado y encima están profundamente enamorados. Lo que provoca reuniones como las de hoy, íntimas, en las que tengo que disimular que no existe pero a la vez saludarle e intercambiar alguna palabra si surge con él.