Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)

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Isabella

El primer mes en casa de los Falcone no fue fácil. Pero conforme fueron pasando los días las cosas parecieron normalizarse.

Esa fina niebla que me separaba de ellos se fue poco a poco difuminando. Ahora hacía todas las mañanas pilates con Kiara, era rara la tarde que Aurora no venía a verme y para mi disgusto compartía cama con Alessio todavía cada noche.

Estaba confirmando una cita en mi nuevo ginecólogo para la tarde siguiente cuando se abrió la puerta de mi despecho.

- Isabella.

- Remo.

- Tu hijo será un Falcone sea de Nevio o de Alessio, pero yo quiero saber si el bebé que llevas puede reclamarlo el día de mañana mi hijo como suyo. - Claro y conciso. Me gustaba la forma de Remo de ser capo, aunque para mi nunca habría ninguno como mi tío Luca claramente.

- Nevio nunca reclamará este bebé como suyo porque es imposible que sea así y además porque solo tenemos un trato cordial desde que se enteró de que esperaba un hijo de Alessio. Mi bebe es de Alessio, me da igual lo que él crea o lo que creáis ninguno porque lo reconocerá como suyo o lo mataré yo misma.

- Solo quería saber si tu embarazo podría causar más disputas dentro de la familia.

- Este bebe es tanta responsabilidad mía como de tu sobrino Remo, no lo olvides.

- ¿Me estás amenazando? - Dijo con una de sus sonrisas torcidas. Estaba claro de donde las había sacado Nevio.

- No, solo estoy exponiendo los hechos. - Negó con la cabeza aún sin perder esa terrible sonrisa y aproveche la ocasión. - Mañana tengo médico, ¿Puedo ir sola?

- Como quieras. Aunque dudo que nadie te deje salir sola, pero puedes intentarlo.

Me había traído mi coche a Las Vegas, así que no necesitaría ni pedir un coche para ir.

Esa noche Alessio no vino a cenar y quise ignorar mi decepción pero era real. No intercambiabamos más de diez palabras cada noche entre la cena y el momento de antes de ir a dormir, pero que no estuviera en casa solo me hacía sentirme más sola.

No me preguntaba directamente por mi embarazo, pero si me hacía preguntas tipo: ¿has comida?, ¿qué has hecho esta tarde?, ¿te encuentras bien?

Era todo cordial y frío, pero al menos notaba como me buscaba con la mirada nada más entrar a la casa y el día que estaba en mi oficina subía a buscarme para que bajará.

Seguía decepcionada y enfadada, pero si nos pudiéramos llevar bien sería al final una suerte para nuestro hijo. A mi no me importaría venir de vez en cuando para que lo viera, no sé, todo podía ser mucho más fácil.

Alessio

Odiaba cuando se me complicaba tanto el día. Realmente era yo mismo quien buscaba algo que me tuviera ocupado todo el día pero joder, quería llegar pronto a mi casa para estar todo el tiempo posible con Isabella aún sin estar como tal con ella.

Pero no, hoy teníamos un posible traidor en nuestras filas al que interrogar.

Cuando quisimos llegar a casa eran casi las seis de la mañana. Me fui con mi padre hacía su ala para ducharme y dormir hoy allí ya que había notado que Isabella tenía ahora el sueño muy ligero y se despertaba varias veces durante la noche y no quería molestarla.

Me echaría a dormir y luego intentaría acercarme algo más a ella esta tarde estando en casa.

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