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Alessio

Eran ya las diez de la noche cuando subimos a nuestro jet.

Mi madre llevaba desde esta tarde con las preguntas escritas en la cara, porque ella siempre se preocupaba por todos con gran intensidad. Por eso preferí sentarme al final enfrente de mi hermano Massimo, a sabiendas de que iba a ser el único que no me interrogará ni verbalmente ni con la mirada.

Cerré los ojos porque necesitaba calmar el caos en mi cabeza. El saber que no solo a mi me afectaba lo que pasó esa noche me daba gran satisfacción y a la vez abría un abanico de posibilidades.

Lo más difícil de todo era que en menos de 48 horas sería Isabella quien llegaba a mi casa como invitada y yo solo sentía que preocuparme por su presencia era lo último que necesitaba.

Me gustaba mi vida tal y como era ahora mismo: Torturar, matar, luchar de vez en cuando en la Arena Roge, relacionarme solo con las mujeres de mi familia y tener sexo con putas sin compromiso , por lo que estar obsesionado con una mujer que encima es mi prima segunda no tiene cabida.

Cogí el móvil para dejar de autoanalizar que era lo que me removía con Isabella, pero sin quererlo acabé buscándola en instagram. Tenía su cuenta privada, muchas publicaciones pero muy pocos seguidores y como amigos en común teníamos a Greta y a Aurora, a si que le di a seguir aunque con poca esperanza.

Justo en ese momento Massimo se levantó y mi madre no tardó ni cinco segundos en sentarse en su sitio. La miré y aguardé en silencio ya que sabía de sobra que no tardaría en empezar a hablar.

- Alessio... se que no, pero... ¿le hiciste algún daño a esa chica la noche que la secuestraste? - En su mirada se veía claramente la preocupación y la ansiedad que esto le estaba generando.

Mi madre había sido violada de pequeña por el hijo de puta de su tío y se que para ella esto era un tema muy sensible.

Mientras creciamos fueron muchas las charlas que nos dio a Massimo y a mi sobre que nunca hay que forzar a una mujer y demás. A mí el resto de mujeres que no sean de mi familia me da igual, pero mi madre no.

Cuando ella me mira siento que soy persona, pero es que sé que para ella lo somos todos a pesar de lo que hacemos cada día. Tiene tanta paciencia y tanto amor, que el solo pensar que alguien la pueda hacer algo me hierve la sangre como nada en este mundo.

A mis 22 años, cuando desaparezco varios días y aunque ella se haya muerto de la preocupación, siempre me recibe con los brazos abiertos y alguna de mis comidas favoritas.

- No mamá, puedes estar tranquila con eso. - Y la cogí de la mano para que sintiera la verdad de mis palabras.

- Alessio, ¿a ti te pasa lo mismo con ella?

- Que va mama, ¿por qué piensas eso? - Intente sonar lo más casual posible. Lo último que me apetecía es que todos ahora se pensaran que iba detrás de una Vitiello.

- Por como la miras cuando crees que nadie más se da cuenta. - Esta conversación me estaba poniendo al límite, si estuviera en mi casa me iría, pero aquí encerrado no se me ocurría cómo acabar con esto. - No te preocupes Alessio, lo habré malinterpretado. Mucho mejor así, esa chica es leal a la Famiglia, no creo que se case con alguien que no sea de dentro.

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora