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Isabella

Quedaba un mes para la boda y estaba yendo a la última prueba del vestido con mi madre, mis tías Lili y Aria, Greta y con Kiara que había venido desde Las Vegas para acompañarme.

Estaba muy nerviosa a tan poco tiempo porque ahora sí que sabía que estaba enamorada de Alessio.

Desde la noche que vino a casa de mis padres nos habíamos visto poco, al menos para mi gusto, unas cinco-seis veces en dos meses, pero nos llamábamos todas las semanas y todos los días me escribía.

Había sido algo progresivo, pero cuando empecé a notar mi nerviosismo cuando se acababa un día y no había sabido nada de él, supe que le estaba echando de menos de forma irracional.

¿Se puede necesitar tanto a alguien a quien has visto menos de diez/quince veces en tu vida? Esa fue la primera cuestión que me plantee. Pero si, ahora estaba segura y era consciente de que quería a Alessio.

Era un encanto conmigo, aunque no con el resto de personas por los encuentros que habíamos tenido y en Las Vegas era muy respetado, aunque él qué más sin duda era Nevio. Massimo tenía un carácter más emocional que los otros dos y yo creo que por eso hacían tan buen equipo.

Aunque las cosas seguían tensas entre ellos y Alessio evitaba contarme cómo iba la relación con él además de esforzarse para que no me lo encontrará.

A mi no me molestaba ya en exceso su existencia, no más que antes al menos ya que al final salí ganando con lo que había hecho. Pero ningún Falcone parecía compartir mi posición por lo poco que sabía.

- Pues el ala ya está preparada Isabella, yo creo que te va a encantar. - Habló Kiara que estaba a mi lado sentada en la parte trasera del coche de Valerio. Delante iba mi madre y en otro coche Amo llevaba a la suya, a Lili y a Greta.

Kiara era un amor, me llamaba un montón y se había molestado realmente en dejar el ala de Alessio adaptada a mi.

Mis padres lo llevaban mejor o eso parecía, sobre todo después del compromiso.

El compromiso había sido todo un bombazo que se hizo eco hasta en la prensa. Mucha gente de la Famiglia se había opuesto fuertemente al enlace, pero al final la palabra de Luca era la que valía y todos nos habían dado la enhorabuena, con mejor o peor cara, pero no tenían otra elección.

Primo no había ido directamente y cuando vi a toda su familia menos a él me dolió bastante. Nunca le había querido hacer daño pero parece ser que eso no lo decide una así que simplemente le había dejado espacio. ¿Hubiera sentido yo lo mismo si el que se hubiera enamorado de otra fuera él? No lo tenía claro pero me inclinaba hacía él no, aunque todo eso daba ya igual.

La prueba salió genial y me pude llevar el vestido a mi apartamento. Era un vestido estilo bohemio, con manga larga barrer y escote en V en la espalda.

Estuvimos comiendo en casa de mi tía Aria y me retiré pronto porque había quedado en llamar a Alessio cuando volviera a mi casa para contarle que tal todo.

Era tan obvio que me había quedado pillada de él que daba hasta vergüenza. Lo que me preocupaba era que realmente me trataba genial y me sentía maravillosa cuando hablaba con él y mucho más cuando los astros se alineaban y nos veíamos, pero él no había dado el primer paso de decirme si realmente estaba en el mismo punto que yo o no.

Cuando me paraba a pensarlo me preocupaba bastante porque siempre pierde quien esté enamorado, eso nunca fallaba, pero es que ya no podía dar marcha atrás y tampoco me arrepentía de lo que sentía, solo que deseaba que fuera mutuo.

Por eso mi gran decepción cuando al sentarme en el sofá y abrir el móvil vi un mensaje suyo.

Alessio: No sé si podré llamarte hoy.

Seis simples y tontas palabras conseguían bajarme todo el ánimo y es que para mi era el mejor momento del día cuando hablábamos.

Empecé a sentir demasiada frustración porque sabía que hoy era la prueba y estaba esperando esa llamada. Que con un mensaje de mierda consiga amargarme el día no me hacía ninguna gracia. Así que hice lo que mejor se me daba para distraerme: trabajar.

Tres horas después me encontraba en la misma posición: enfrente del ordenador sentada en mi escritorio. Ya se me empezaba a cansar la vista y decidí parar por hoy para revisar otra vez el teléfono a ver si el señorito se había molestado en decirme algo más, pero justo me llegó un aviso de seguridad que no era de nuestro servidor si no del de la Camorra.

Habían tenido un ataque pero lo raro era que esa parte que habían encontrado estaba eliminada del sistema desde hace muchos años por la poca información a la que podía acceder.

Fecha de eliminación: hace más de veinte años.

Eso solo hizo que mis dudas fueran a más porque no me habían dado acceso a ello ni yo tampoco lo había encontrado. Tenía que ser algo que estuviera muy bien eliminado o al empezar a trabajar para ellos lo hubiera encontrado.

¿Qué tenían que esconder los Falcone que no habían querido ni que yo protegiera esa información?

Era super extraño, tenía acceso a cosas muy chungas y a toda esa información no habían siquiera intentado acceder.

Llamé corriendo a Nino, el sí que tenía que saber qué era eso, estaba intentando bloquearlo mientras pero es que de verdad que estaba muy bien capado, así que necesitaba el equipo donde se creó o días hasta conseguir entrar y poner cortafuegos.

- Isabella. - Dijo Nino en su tono habitual.

- Nino, habéis tenido otro ciberataque. El problema es que es una parte antigua del servidor la cual fue eliminada hace más de veinte años, no sé si sabes lo que es pero necesito varios días o el equipo donde fue añadida la información o creada la carpeta o lo que sea que estén buscando.

Nino tardó tanto en contestar que había mirado varias veces el teléfono por si se había cortado la llamada, pero por fin escuche un suspiro raro y su voz:

- Isabella, lo voy a intentar solucionar pero no creo que pueda acceder. Prepárate y ven en el jet con Kiara, no tardará en salir, yo lo gestiono con tu capo. - Y colgó sin más explicaciones.

No sabía que estaba pasando y aún así no pude evitar sentir un pinchazo en el pecho.

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora