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Diez largos días con sus noches incluidas habían pasado al final cuando por fin estaba en la sala del aeropuerto donde había quedado con Nevio.

Me había llamado cinco días después de nuestra breve conversación para decirme que no le iba bien ese día, ¿perdona? Si empezaba así iba a ser insoportable la convivencia con el.

Encima a ese desplante se le suma el retraso que llevo de tres días y no recordar con precisión si la última noche que pase con Alessio usamos o no protección.

Sin hablar de que el plan me llevaría una semana más o menos y la excusa de relajarme sola en la villa familiar seguramente solo serviría dos o tres dias. Después alguien se pasaría aunque fuera brevemente a ver que no estaba en modo depresivo y encontrarían con que eso estaba vacío.

Mi única esperanza era la nota que había dejado, asegurándoles de que estaba bien, que si me buscaban me pondrían en peligro y que solo necesitaba unos días, pero que como tarde en una semana estaría de vuelta.

Cuarenta minutos habían pasado desde que llegué al aeropuerto de Canadá cuando note la presencia de Nevio detrás mía incluso antes de girarme.

- Tarde, llegas muy tarde y no estamos en posición de tirar nuestro tiempo. - Dije sin molestarme siquiera en darme la vuelta.

- No controlo de momento el tráfico aéreo.

Me levanté del asiento y me dirigí a la parada de taxi más cercana y comencé a andar decidida para coger uno rápidamente.

Esta solo era la primera parte del plan, pero para mi la más importante ya que si esto no nos daba suficiente base el resultado sería estar muertos nada más entrar en el territorio de la organización.

Tom y Alessia Miller, un matrimonio joven canadiense y que se mudan a Chicago por una tentadora oferta de trabajo para Tom.

Llegamos al hotel en menos de quince minutos y Nevio me sorprendió al seguirme en absoluto silencio con lo explosivo que solía ser. Dudaba que fuera a durar mucho aquello.

Al llegar a la habitación (si, uno para dos porque en teoría éramos un matrimonio), coloque en la mesa todo lo necesario para nuestra nueva identidad.

Baños de color, lentillas, pasaportes, contrato de alquiler y de trabajo...

- Espero que no quieras echarme ninguna de estas mierdas en el pelo. - Tal y como esperaba, mi acompañante no había tardado en hacerse de notar.

- Si entramos así en territorio de la organización en menos de cinco minutos estaremos muertos. - Dije cortante. Esto no se podía discutir.

- Déjalos que lo intenten.

- Nevio, no sé cuál es tu plan ni tú intención, pero yo voy a robar información e irme de ahí para arreglar todo con Alessio cuanto antes. Y es lo único que puede durar en el tiempo, matar a algún Cavallero solo conseguiría pararlos de forma temporal y eso no es suficiente.

- Me da igual lo que digan o lo que tengan, Alessio es un puto Falcone y espero que opines lo mismo o te puedes ir a la mierda ya. - Dijo agarrándome del brazo para encararse.

- Suéltame y empieza a probarte las lentillas, no tengo tiempo para tus tonterías. - Le conteste mientras me soltaba de su agarre y le ofrecía su correspondiente caja de lentillas.

Tres horas y quinientas maldiciones de Nevio después estábamos bastante cambiados: él tenía mechas rubias por todo su pelo y le había puesto un baño de color de un tono más castaño mientras mi pelo rojizo estaba color chocolate y mis ojos marrones.

Pedí cena para los dos a la recepción sin preguntar si quiera a Nevio y mientras me había ido al baño para ducharme y ponerme el pijama.

- ¿Dónde vas a dormir? - Me dijo nada más que salí del baño.

- En la cama obviamente. - Estaba drogado si pensaba otra cosa.

- No podemos dormir juntos.

¿Ahora Nevio tenía honor? Mire mi pijama el cual era largo y la cama de dos metros que estaba en mitad de la habitación.

- Duerme donde quieras, me da igual. Estoy segura de que nadie va a pensar que entre tú y yo puede pasar nada.

Más silencio. Cenamos igual, con un podcast que había puesto de fondo para intentar llenar el incómodo silencio y así de paso ver si mi cabeza dejaba de pensar tanto.

Me acosté y volví mentalmente a repasar mi plan. Teníamos poco tiempo antes de que mi familia colapsara y tampoco podíamos arriesgarnos a estar en territorio enemigo más tiempo del esperado.

Antes de dormir la cara de Alessio vino a mi mente y ya no sabía por quién empezado todo esto: por el, por mi, por orgullo... pero mi mayor miedo era que otro día mas me iba a dormir sin que me bajara el periodo.

Hola guapas!! Ya os comenté que iré actualizando cuando pueda, a si que no os agobiéis que no os abandono, simplemente no tengo tiempo para ponerme , perdonad 🥹

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora