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Isabella

No ir al cumpleaños de Amo me había parecido la mejor opción porque mis ánimos no eran muy festivos.

La conversación con mi padre me había calmado, pero aún tenía muchas inseguridades con todo el tema de la boda.

Mis padres ya habían llegado hace mucho rato, pero no conseguía coger el sueño.

Dude mucho si contestar a Alessio, pero sabía que escucharlo me iba a revolver muchas cosas por dentro y no me atreví, pero ahora me arrepentía porque también quería verlo.

Mi cabeza era un caos de quiero pero no continuo, pero yo no era así, por lo que decidí que no me iba a dormir sin hablar con Alessio.

Baje hasta el salón donde encontré todavía a mi padre despierto con el móvil y me sonrió nada más verme.

- ¿Qué haces despierta?

- Papá, quiero ir a ver a Alessio. - Las palabras no fueron fáciles de decir, no por el acto en si si no porque eran dirigidas a mi padre.

Tal y como esperaba, su gesto se cerró rápidamente.

- Claro, en unos días le verás en el compromiso.

- No papá, quiero verlo ahora, está noche y hablar con él...

- Isabella, las cosas no van así.

- Lo sé, pero quiero verlo y hablar con él antes de que vuelva a Las Vegas.

- No creo que sean horas de presentarse en el hotel de nadie. - Dijo mirando la hora en el móvil. - Acuéstate y mañana si siguen aquí te acerco a que toméis un café o algo de eso.

Resolvió rápidamente volviendo a lo que estaba haciendo, pero a mi su respuesta no me convencía y empecé a pensar en una solución.

Los últimos días habían sido tensos entre Alessio y yo, pero en gran parte por mi aunque repartía culpas con Nevio y todos los problemas que estaba dando.

Iba a casarme con él, le había regalado mi primera vez y si quería verlo, tenía todo el derecho del mundo.

Empecé a subir las escaleras para cambiarme e irme cuando de repente me congele en el primer escalón al escuchar el timbre.

Mi padre disparó la mirada hacia mí y si no fuera mi padre y si las miradas mataran, estaría muerta ahora mismo.

El corazón me latía a mil por hora porque eran más de las tres de la mañana y aunque era una locura, Alessio en si parecía vivir con adrenalina constante, a si que todos mis sentidos estaban sincronizándose para escuchar atentamente lo que pasaba en la entrada.

- Esta dormida, buenas noches. - Y la puerta cerrándose no era lo que esperaba, pero una Vitiello no se rinde fácilmente y esta era una oportunidad buenísima para que Alessio viera que estaba igual de implicada aún en este bajón que estaba pasando.

Mire un momento hacia mi ropa, llevaba un pijama de hace dos o tres años y muy desgastado, pero es que no, esto tampoco podía impedir correr hacia la puerta.

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora