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Isabella

Alessio había cumplido con lo acordado y se distanció de la operación en la que estaban.

Es verdad que seguía trabajando, pero no me dejaba sola todo el día y menos por las noches.

Ahora siempre intentaba estar por las mañanas conmigo para hacer cosas y por las noches veíamos películas, cenábamos juntos... y teníamos sexo, mucho.

Las hormonas de verdad que me tenían muy revolucionada y no podía parar. Solo cuando me encontraba muy cansada no me apetecía, si no es que no saldría de la habitación.

Mis padres habían llegado esta mañana porque mi madre no se aguantaba las ganas de verme, o eso decía.

Así que mientras alguien los entretenía abajo, Alessio y yo estábamos ocupados acabando nuestra sesión de ultima hora de la tarde.

- Ponte a cuatro. - Me ordenó entre mis piernas mientras me devoraba.

Hoy nos teníamos que dar prisa o si no acabarían subiendo a por nosotros pero cuando quise girarme noté un pinchazo en el vientre que hizo que me quedara quieta.

- ¿Isabella? - Dijo Alessio incorporándose.

- No te preocupes, será un pinchazo como los que me están dando últimamente. - Dije con voz muy segura pero en verdad notaba algo distinto.

Alessio debió de notarlo también porque se incorporó y se vistió a la velocidad de la luz y yo me estaba recuperando todavía.

- Vamos al hospital. - Me dijo mientras buscaba algo de ropa en mis cajones.

Me intente incorporar para decirle que era una tontería y que me encontraba perfectamente pero  cuando me quise poner de pie me dio otro pinchazo todavía mayor.

Menos mal que Alessio llegó a la velocidad de la luz y me sujetó, porque me habría caído si no seguramente al suelo.

- Isabella no creo que esto sea normal. Nos vamos al hospital ya mismo. - Intentaba aparentar tranquilidad pero le notaba asustado.

- Dame un momento que me recupere y me visto. - Le dije mientras me ayudaba a sentarme de nuevo en la cama.

Él acabó de elegir mi ropa y me ayudó a ponerme la ropa interior y un vestido suelto mientras yo seguía sentada.

- Voy a acercar el coche a la puerta más cercana, voy a llamar a alguien que venga a quedarse contigo mientras. - Parecía que le dolía a él más que a mí con las prisas que tenía.

Había leído un montón y sabía que una primeriza podía tardar horas y días en dar a luz. El problema era que se me estaba adelantando dos semanas y eso sí que me asustaba más.

- No los asustes, ahora cuando baje les avisamos. No quiero que suba de golpe todo el mundo. - Le dije con una sonrisa un pelin temblorosa por los nervios.

- No tardo, todo va a estar bien amore, te quiero. - Me dijo acuñando mi cara.

Alessio parecía inseguro de dejarme en la habitación pero solo era un par de minutos así que le hice un gesto con la mano para que se diera prisa.

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora