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Alessio

Cuando quise volver a casa eran pasadas las tres de la mañana y aún seguía siendo más pronto de lo habitual cuando uno iba a ver carreras.

Pero no aguantaba más para volver a ver a Isabella y menos después de como me dejó en el restaurante.

Subí silenciosamente a la planta alta del ala de mi tío Remo y entre en la habitación que ella usaba.

Cerré la puerta despacio y me giré para verla, se había quedado dormida con el portátil encima suya. Llevaba un pijama de satén corto y tenía el pelo despeinado por toda la almohada.

Me debatí entre despertarla o no, pero mañana me iba a ir y tenía que avisarla de que seguramente ya no nos viéramos.

Le quite el portátil suavemente y me tumbe a su lado, provocando que abriera los ojos asustada.

- Pensaba que me esperarías nerviosa y me encuentro con esto... tú sí que sabes hacer sentir bien a un hombre. - Le dije apartándole el pelo de la cara y recibiendo un bufido a cambio. - Isa, aquí pueden escucharnos, si quieres dormir dímelo, pero si no es mejor que vayamos a mi habitación. - Intentaba susurrar todo lo posible.

Al final se incorporó de mala gana y me siguió descalza, intuyo que para no hacer ruido.

Nunca había traído a ninguna mujer a mi habitación, alguna vez entraban Greta o mi madre, pero esto era distinto y me ponía demasiado ansioso.

Por suerte no nos encontramos a nadie de la que íbamos al ala que compartía con mis padres, aunque Isabella parecía un zombie mientras la guiaba.

Cuando entramos se paro en la puerta a ver todo detenidamente, no iba a encontrar gran cosa, era una habitación sencilla masculina, en tonos negros y grises sobre todo. Lo más íntimo que tenía eran tres fotos encima de una cómoda: en una salía con mis padres y Massimo en la piscina, en la otra salía toda la familia y la última era del día que jure mi vida a Remo y a la Camorra.

Isabella continuó andando hasta el baño y observaba todo con interés mientras yo me apoyaba en la puerta cerrada.

- Pensaba que tendrías fotos tuyas de bebé por alguna parte o algo. - Me dijo volviendo a mí.

No entendía porque, pero me sentía un poco desbordado por tenerla aquí, a si que como no me salían las palabras recorté la distancia que nos separaban y la cogí para tumbarla en la cama arrancándole una risa.

El choque de realidad que sentía con Isabella era muy fuerte y no sabía cómo gestionarlo. Hacía y veía cosas horribles con las que disfrutaba muchísimo, pero solo escucharla reír hacía que mi corazón se estrujara.

Me tumbe encima de ella y empecé a besarla con mucha rabia, no era contra ella pero me incomodaba sentirme así y en ese momento sentía que era la culpable de ello.

Le quite el pijama rápidamente y ella me ayudó a quitarme mi ropa, necesitaba sentirla contra mi piel, notar que estaba aquí. Isabella me seguía el rollo pero notaba que estaba algo preocupada por la forma en la que estaba pasando todo, pero me sentía fuera de control.

Isabella

Alessio estaba comportándose muy raro, estaba cachonda pero al mismo tiempo sentía que me iba a consumir con su furia y aunque eso me encendía, otra parte de mi no sabía cómo reaccionar y tenía miedo de lo que pudiera pasar.

Cuando nos volvimos a tumbar desnudos, se colocó de nuevo encima mío y bajo su cabeza para agarrar uno de mis pezones con los dientes mientras bajaba la mano para estimularme el clítoris.

Intentaba no gemir, pero eran demasiadas las sensaciones que me estaba haciendo sentir y se me escapaban de forma entrecortada.

- Alessio... - susurré a media voz.

Necesitaba que controlara un poco la intensidad de esto, pero al segundo note como empezaba a bajar hasta llegar a mi coño para devorarlo con todavía más ganas.

Entre lamidas y mordiscos no tarde mucho en tener un orgasmo y pareció que eso había relajado a Alessio porque me besó los muslos con cariño antes de subir a mi lado de nuevo.

- Podría estar todo el día comiéndote y no me cansaría. - Dijo abrazándome y dándome un beso en la boca.

Notaba su erección contra mi pierna por muy relajado que pareciera, además que su mirada seguía estando un poco frenética, a si que tome una rápida decisión. No podía darle ahora mismo todo a Alessio, pero si podía devolverle el favor.

Comencé a darle besos húmedos a los que tal y como esperaba, respondió de maravilla. Poco a poco fui bajando mi mano hasta agarrar su polla y empezar a acariciarla subiendo y bajando.

Deje de besarle para sentarme a su lado sobre mis rodillas y note el reconocimiento en sus ojos. Fui subiendo la intensidad y bajando mi cabeza para empezar a besar su punta y pasar la lengua por su longitud, hasta que poco a poco me fui metiendo su polla en mi boca. Sabía un poco salado y a él, y esperaba que  los detalles que mis primas habían compartido conmigo sobre sus vidas sexuales me estuvieran sirviendo de algo.

Alessio me agarro del pelo, no muy fuerte pero con una presión deliciosa mientras seguía chupando, hasta que de repente tiro sobre mi para colocarme encima de él y se corrió entre nosotros manchándonos el estómago.

Nos quedamos en esa posición unos minutos besándonos y mirándonos mutuamente.

No sé lo que él podía ver en mi mirada, pero la suya me hacía cosquillas en el corazón. Al final decidió por los dos y fue a por toallitas para limpiarnos a ambos y tumbarse de nuevo a mi lado.

- Mañana tengo que salir de viaje, no sé si me dará tiempo a volver antes de que te vayas Isabella. - Dijo de golpe a lo que solo me salió asentir.

¿Y ahora que iba a pasar? ¿Cuando y como nos volveríamos a ver?

A pesar de todas las preguntas de mi cabeza, me quede dormida en sus brazos mientras me daba caricias en la espalda.

Against Fate (fanfic Isabella y Alessio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora