Extra del maratón
Ambos teníamos la vista puesta al edificio pero yo no podía concentrarme en absoluto.
Cuando creí que no podía ser peor pude sentir como su mano rozaba ligeramente la mía, esa acción hizo que mi corazón diera un salto y aumentará su ritmo drásticamente.
Hasta que sentí su mano ponerse sobre la mía, ya lo había hecho una infinidad de veces pero está vez se sentía tan diferente.
Era más delicada.
Se sentía como esa vez, esa vez que tocó mi rostro.
Ese tipo de caricia.
Mierda, podría jurar que me voy al cielo cada vez que me toca de esa manera.
Después sentí su mirada en mi, no voltee pero no lo necesitaba para saberlo. Estaba usando esta mirada, que me ponía tan nerviosa, era una mirada completamente depredadora.
El era un depredador.
Trague saliva.
Mi respiración comenzaba a entrecortarse un poco, supongo que el lo escucho porque después de eso solto un suspiro.
Así que me atreví a mirarlo.
Carajo.
Su mirada.
Su expresión.
Sus ojos de dirigieron a los míos y mierda, antes me mataba pensando en que estaría pensando pero ¿ahora?
Ahora las palabras sobraban.
El me miraba como si fuese lo más bello de este mundo, ansioso por mi, me miraba como si...esto, está situación, este ambiente, está vibras la estuviera deseando durante mucho tiempo.
¿Y saben que?
Al demonio.
Yo también.
Así que cuando su ojos se dirigieron a mis labios una vez más un escalofrío me recorrió haciendo que mi respiración se hiciera más acelerada. Yo también baje mis ojos hasta sus labios, en ese momento el trago saliva.
Al parecer no soy la única nerviosa.
¿No Lee Heeseung?
Heeseung llevo una hacia la parte que conectaba mi mandíbula con mi cuello, justo al lado de mi oreja. En cuanto lo hizo un escalofrío aún más fuerte, que no habia experimentado hasta ahora me recorrió.
Subió la vista hasta mis ojos. No necesitabas palabras.
Está que llevo su otra mano a mi cara atrayendome hacía el juntando nuestros labios.
En ese preciso instante cada parte de mi cuerpo gritaba por el.
Mierda, no sé por cuánto tiempo he deseado esto.
Se que el también, se sentía tan jodidamente bien.
El ritmo de sus labios sobre los míos fue lento, muy dulce pero algo demandante, el tenía el control sobre el beso. ¿Cómo es que puede ser tan sexy y tierno a la vez?.
Una de sus manos bajo hasta mi cintura para atraerme hacia el, dejandonos lo más cerca posiblemente, en ese momento en beso de intensificó un poco. Nos veíamos tan desesperados uno por el otro.
En ese momento todo dejo de importar.
Ya no existía la pandilla.
La misión.
El rescate.
Nada.
Solo importabamos nosotros.
Ambos nos esperamos por la falta de aire y cuando lo ví a los ojos ví a un Heeseung respirando con dificultad, con su pecho subiendo y bajando con sus ojos sobre los míos. Se veían tan vulnerable.
Después de un rato manteniendo el contacto visual lo pude ver sonreír.
Para luego volverse abalanzarse sobre mis labios una vez más, pude sentirlo sonreír entre besos y fue una de las mejores sensaciones del planeta.
—Supongo que esto significa que somos algo, ¿no? —murmuro entre besos.
—Supones bien —respondí
El resto de la vigía Heeseung estuvo apoyado en mi hombro mientras abrazaba mi cintura.
Al parecer las noches de vigía tienen un tipo de magia sobre nosotros.
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ᴇʟ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏ ᴅᴇ ᴍɪ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴀ (Heeseung y tu)
ФанфикEl hermano de tu mejor amiga siempre ha logrado hacer sentir en ti cosas que nadie más ha hecho y eso te molesta, te molesta tanto pensar en el. ¿Realmente lo odias?